de: Londres y Cercanías
TURISTEANDO
Qué lástima poca
no tener matracas
tersas diagnósticos
melifluos brillantes
livianas en
la espera de la cita bulliciosa
y la certera sintaxis
/ un orgullo inflado:
Ese globo pez
romántico que va / reivindica
se hincha y
cerca a
su amada dudosa
/ o la Historia con mayúscula
a la materia a
su dador de salmodias
o su procurador de reniegos
Solo no estaría
En cambio cuánto
subvierte
a de pasar sin
prisa /a todos/ de la misma manera
repetida así no
doliera
salvo un
interesado accidente
o la casualidad
que libera
o esos buzones
rojos en las esquinas
Por tanto: Qué
pueda amedrentar que vayan de nuevo
por la South
Circular rumbo al Ferry
si al otro lado
del Thames tampoco pasa nada?
Como atardecer
en las colinas del norte
salvo repeticiones
de informes que interesan
por la falda
arriada o el cuadro caído?
Volvimos esa
tarde de visita imprevista
por donde el
auto quiso:
La ribera marina
de Rochester / un dolor de cabeza
promovido a
compartido:
Supimos que nos
continuaríamos bajo la misma
sábana voluble
donde conocí la
costumbre de la piel
tus firmes
resoluciones
más duras y más suaves
que las tersas de tu hermana:
pues: quién con
amigas no sufre de riesgos y de lecciones
merecidos?
Para entonces el
cuadro que vendría
ya importaba
menos que la percepción
del insaciable
apetito / y la fiebre
que tirítame
violento / agota la sábana
al lado de tu
destreza ajena y desnuda
al borde de los
recuerdos
en un bus rojo
de dos pisos
Y allí Londres /acogedor
hasta de resacas/ sigues desatento
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