lunes, 30 de diciembre de 2013

ESPERANZADAMENTE IMPERSONALIZADO (el 39 de (in) Precisiones e Incertidumbres)

 
 





desde: (in) Precisiones e Incertidumbres
(de esas Certeras y Subjetivas)



39



ESPERANZADAMENTE IMPERSONALIZADO




Ya por tres veces lo has perdido todo.
Y ahora te preocupa el dictamen del siquiatra
sobre aquél atropellado por vez cuarta
tan castigo gozoso / tan su delirio reprimido:
merecido en su búsqueda.

Entonces el encarajamiento es enorme
y entorpece, como moscas en la herida
por decir lo obvio, sin asco con los magots
sacas cuentas, como que 2 y 2 son 7
pero te resultan tres las veces:
encargados / y siempre desaparecían.
¿Qué dirá el siquiatra?
Preocupa. Claro que preocupa.

Entonces tomas un pen-drive / y ya podrá gozar
de este mundo: soledad y chatarra.

Y esto tenlo muy presente: así, si te pasa de nuevo:
mejor ni te despides de la María, vas y te tiras.


   

  

domingo, 29 de diciembre de 2013

LA VIDA RENOVADA, (el 22 de (in) Precisiones e Incertidumbres)

 
 




desde la sección de La Vida Renovada que con éste se inicia







De: (in) Precisiones e Incertidumbres

(de esas Certeras y Subjetivas)







22



¿Cómo unir lo que pareciera que no junta ni pega?: sólo en aquello estaría la manera de atrapar lo cuadrado en lo redondo, para que todo cuadre en su desborde, y el ser y el ente, y la certeza revelada no sean más que desvaríos de una mirada alucinada de palabras. En definitiva: ella es lo más nos importa y lo que menos nos fija.








LA VIDA RENOVADA







Piensas: Por qué olvidamos?
Por qué olvidáis los perseguidos
si terminaron rescatando del imperio su sepulcro?

Recursas la retórica
¿Acaso la tortura en parrillas santificadas
esas que sahumaron ilusiones de carnes
el aceite dispuesto y adobar entrañas
como sueños terrenos: detuvieron a los deudos
cuando llegó el tiempo del banquete?

La carne débil y tierna y desconsuelo
y estuvo a punto el victimal consumado
y toda es buena dice Pablo:
mientras no chupen los dedos
donde no escandalices muy a ocultas del designio?
pero cuida de andar muy caliente: mejor te casas.
¿Y para qué: si falta ya tan poco?

Insistes
los detuvo el asesinato del Líder?
-colgado de esa cruz- por impío
cada cual a cuestas lleva, dicen
redimiente el imperio a la vuelta
Ay, cómo fue que a la calle me echaste!

muchas vidas           suicidio afirma la hija predilecta
varias leyendas        de muerte natural en la clínica
inciertos mitos?       ese extremo dolor que lo acaba.

Mentas un as:
que hubo San Poncio entronizado
y al aeropuerto podrían llamar Salvador?

¿Por qué olvidáis?

Imaginan aquellos sostuvieran originales alegancias:
declarados herejes fueran
quemados como herejes escarmienten
y olvidados como herejes ejemplen
sus esclarecidos en la mirra calcinada.

Pero es tu olvido, tu meneo a otros, la tortura
más horripilante. ESO NO LO OLVIDO.

Hueles el incienso derramado
la mirra contenida
el oro, sus pastores.
Los baby dolls que dejaste abandonados:
para que se jodiera lo hiciste.

Ah, nada como el éxito
el poder del yugo, la riqueza que lo ejerza
la congregación de los pobres
la herencia del camino, el espíritu adobante
comprobar la justicia de la fe: renueva marcas
los nuevos mantos / los antiguos repartos olvidados.

Sí.

Yo mantengo mi utopía original
no como migajas del banquete:
no sufro tu abandono
puesto que pocos los ciertos, muchas tentaciones
la sima que lo abarca, cuando olvidas, la verdad
la forma en palabras, tus excusas y miedos heredados.

(Mejor dejaras de palabrear y te vas por ella
como si estuviera a un trapito amarrada)

Y tú, ¿por qué te mueres de hambre?
No vivas la ilusión de aquel pasado, arrímate al caldero.
Vete a un café con piernas.

Tienes el poder de las llaves. Una jofaina romana.
Realismo a toda prueba
no sea contenido de lágrimas
y laves tu inocencia: Acalles la idiomática
el fondo inconsciente de los símbolos:
El cierto paraíso. El recién descubierto. El renovado.
El magneto de un Night Club.

Pero no, naca, no, o no. Ni siquiera llega.

El futuro / abierto / nuevos banquetes y repartos.
El tiempos de resacas, la podredumbre
Oro Mirra Incienso.
Ella de camisola por las calles.
¿Acaso el olvido no signa una forma nueva en el futuro?
Aunque solo se afiance lo que afirma en el recuerdo.
Sí, ella en baby doll bailando sobre cadáveres.
(Eso pasa cuando los buenos consejos no sigues).








Si se logra o no se logra es lo de menos para nuestra vida de individuo, el esfuerzo habría justificado el intento; pero al conjunto en la herencia: lo es todo, como si el camino hubiera sido la nada misma: allí quedas cadáver desplumado, y el producto se afirma en su nueva vida misteriosa, o sigue tu destino de cloaca.





  


  
  

viernes, 27 de diciembre de 2013

SIGNOS SENSIBLES ( el 23 de (in) Precisiones e Incertidumbres)

 
 






desde: (in)  Precisiones e Incertidumbres
(de esas Certeras y Subjetivas)









23


¿Se debiera intervenir de modo de enredar aún menos lo ya dudoso entremezclado? ¿Cómo sería posible una certeza? Jugar con sonidos y movimientos retorna a lo primigenio y eleva a lo profundo. Pero sólo con palabras producimos mundos creíbles y que atrapen. También sólo con palabras jugamos a crearlos o destruirlos. Más allá, las palabras no bastan.





SIGNOS SENSIBLES




De las gramíneas pastales / los valles y ciénagas
por el Medio Oriente / el trigo limpio
el vencedor fue / el Él: / de los cereales y carismas / fue
en la guerra de los pastos / fue:

Por eso al dios Mitra, cuernudo y apuña-lado
mi Señor todopoderoso, le adoran
lo engullían con refocilo, y en el pan de la esperanza
lo naufragan en la discordia y con el vino
al alcance de una espada. (¿y a quién le importa?)

Los esenios violentos de Kumran
los Hijos de Zadok, / tal vez inexistentes
a pesar de tan limpios y puros
celebran la cena ritual con el hojaldre consagrado
el vino viejo del Mesías Prometido
curiosamente tripartito, otro punseteado
y a veces hasta dos ungidos, porque el trigo fue
de los pastos gramíneos del Medio Oriente
el pan, el vencedor indiscutido fue
a pesar de Vespasiano. (¿ A qué la indiferencia
si de allá vienes? Ay, ay, ay)

Cuando untado de vinagre y de olivo
nos ofusca la sesera, nos llena de almácigos la barriga.
(y no te ganes que no entiendes, porque la lenguita)

Pero acá ni Mitra, ni Mesías (en otro espacio)
están ni de ahí: el retroceso de los tiempos (en otro espacio)
qué venideros: Acá es la papa La Papisa. La cosita
y su familia callada, (en otro): (no me digas mujer
que ya me vaya: Ay, Ay, ay)

Tubércula reina.              Tan pura, tan frita:
Diosa chapalele.              El rechupete de los dedos.
O también la Mazorca     Prometida. (Otra).
La diablona tortilla.         El Supremo Tamal. (Otro).
Los nachos que le dicen cuando seglares.
(qué desagradecida: me echas: Ay)

Y a falta de tricornios: (con los ojos abiertos)
chichita en cacho: la costumbre sagrada. (los oídos abiertos)
Pastel de choclo a la conquista / de la greda. (la lengua abierta)
Porotos Granados, con zapallo y merquén. (perdieron la pelea)

Pero en hoy, en la cristiana y nórdica Europa poderosa
decadente y aguafiestas (los bolsillos en ruinas)
un pino nevado reina para siempre: (esos sí ganan de aquí a Penco)
Les mató el punto la liberación de los mercados
soporte de máscaras horripilantes (la pasión por la troca)
aullidos brujos, dulces o traiciones
hicieran clientes de ojos azules, dobleces rubias.
(la riqueza abstracta).

Un gordo seboso, barbudo, rojo y barrigón
viene a disputar el oporto (viene acumular residuos le parece)
cuando nace Mitra, cada 25 de diciembre (acumular sobritas)
incentivo de los mercas, abominan del pesebre:
tan pobrecito, nada compra, (salvo la púrpura sagrada).

Y a mí? / A mí, (no el genio en la botella)
no me olviden mi arroz especial (el lírico que habla)
un entremés de fideos (con la brújula perdida)
un vaso de sake, (a gozar de las palabras). (¿Qué dice?)

O mejor sería / una madona? / (eso sí vale la pena)
sacada del espejo, las cartas tiradas (en puro negligé)
más un colgando la patita. (y nada cambia.)
Porque los de verdad acumulan, y en serio acumulan:
no están ni ahí: juegan metrópolis, juegan finanzas
juegan guerritas: pero juegan de verdad: AY
en espacio vectorial que nos atrapa.

(¿Quién cree palabras que no han sido reveladas?
Ni que se llamaran Gilbertos)
(Ay, no me llevas ni de apunte. AY, despiadada.)



En el entorno del solsticio de diciembre cuando la humanidad era aún agrícola pero todavía bastante ingenua los mitos ayudaban a la especie y hasta aparecieron los grandes pensadores. Después, un grupo especial apropió los resultados y nos llegó al perno. En el presente nos estamos aún liberando de esa trabazón agrícola en que nos dejaron: la industria continúa revolucionándonos la cabeza, lentamente, muy lentamente.



 


  
  
 

domingo, 22 de diciembre de 2013

POEMA DE LOS POSIBLES (el 39 de Composiciones para un barrido y un fregado)

 
 




desde: Composiciones para un barrido y un fregado







39







POEMA DE LOS POSIBLES





¡Redonda rosa cuadrada!
Ah ven, ven tú.

Chi-iiiiiiii, qué te has creído? ¿oblicuo? Sapo o culebrón:

Armado en lo superfluo, ¿discontinuo?
como libélula integrada en su recorrido fantástico
ni que fueras confirmación en el límite del body
(ese negro que armaba tanta alaraca)

ni que las nubes fueran a perder el rumbo:
la mariposa colgada incapaz de ver en los espejos
el vector del eco miserable, o apenas soñada
esa torre derruida y palabrista, o tubérculo y románti-có
¿como cenizas?

como epifanías y fotones detenidos en la temblequés
del espanto:
cuento lineal y tenebroso o paramétrico

o aún +: / de caracol a tartamudo, a catacumba famélica
en su fantasmagoría de
inventos o ataranto como si fueran las pirámides
tartamudeando sus esotéricos embaucamientos: como
mares profundos

/ o las agujas engrosaran hasta las Termópilas o malabares
y pobretón en sus variancias y raíces?:


La noche que me acunes en algo más que
catapuertas de láseres a kriptonita
y las calles subviertan en lo posible los estatutos
10 millones en papeles verdes o equivalen
como si un motor a plutonio no fuera suficiente
la + libre gastadora disposición terapéutica
donde las barbies, las celestiales y el purgatorio prometido
contradictorias y húmedas como esperanzas derivadas
o integra los bemoles y amarantos perdidos en la nube:

Ése, podrías, ése a lo brillante de este mundo:
ése, el calor de su acomodo que no quisieras
a pesar que tres en uno
ése, revoltijos, aun que te lean con acomodo
porque ya no queda tiempo

no habrán astrónomos viendo sapos y culebras
ni ríos se llenarán con alas.

Ahora vete.


El día de mi muerte, no pasará nada:

ni siquiera pasará el día de mi muerte:
la dulce aroma ya no tiene rosa, sólo colores
sólo palabras que ni bulla meten.

/ Ah, shhhhhhhhhhhh, no me digas nada.




   

  

“OTRO TEXTO EN DÍPTICO”, Certidumbres I y II (el 40 de (in) Precisiones e Incertidumbres)

   
 

 


desde: (in) Precisiones e Incertidumbres
de esas Certeras y Subjetivas



40


OTRO TEXTO EN DÍPTICO






CERTIDUMBRES I



“¿Qué será <para siempre> /
cuando quien desganado optimista / acumula
o desparrama, esté Kaput Mortis / ya para entonces en el olvido
o, a pesar de los mitos, si recordado: no le va
ni le viene?:

ni gusanos.          Certeros
ni cenizas.           Certeras
ni huesos.            Certeros

Ni ciencia que parezca: la verdadera
nada engendra salvo: ni esperanzas como falsas delicias
en los pasillos de la curia.

Sol                 de allí nos viene la sombra según la sapiencia
                      si no recursamos más atrás unos 5 mil
                      millones con algo o mucho de holgura
                      en las vueltas y revueltas de la espera.
Tierra            eso como polvo tan pasado por alto cuando
                      los doctos analizan al galope, no de apresurados
                      faltos de su órgano en el cielo-sueño de la especie.
Palabras       que para nada casi sirven, salvo
                      las deleitosas en medio del recuerdo de los primos
                      y de las primas la piel, en esa tarde-noche
                      o cuando se pueda, ahora
                      que todo tan rápido, tan lento, tan cansado.

Habrá otros?”
¿Y si lo hicieras afiebrado y congénito?

Lo mismo.








CERTIDUMBRES II



Dale y dale
estás hurgándote, estás detenido
fijado en la represión de las fresias
en el futuro / a medias
compensadas orquídeas de olores tenebrosos
y has llegado.
(Como si las fresias abandonando sus orquídeas).
Pero ni siquiera. / Algo más sensitivo / y sombras mucho más deleitosas.
Lo simbólico de las fresias y las chalas con taco.

Él / tan cierto y sucesivo.
Tan como clamando volver al Jardín de la Delicias
a la pura carne.

Y seguirás,
dale que dale, certeza a certeza
como el momento que barruntas colorido y lúgubre:
Armado de herbicidas y otras reminiscencias
de siquiatra, en la conseja nebulosa de las obsesiones
y sueños.

Y te ha pasado, y no lo sabes.
Nunca lo sabes.
Dale y dale.
Ni jota / mas nocturno/ Ni pío.
Ni aunque escribas la Divina Comedia.
Esa para justificar tu falta de cojones.
Redescubras las claves del sur: los mares sombríos.
Reintentes la menguada utopía.
Ni pío.
Nada.

Imposibles yerbas tan promiscuas.
Más allá de las orquídeas bulliciosas o el silencio de las fresias.
Más allá de todo. ¿Algo?
Jadeos. Pero callan.


Y el Cohelet? / Se hace el cucho.






jueves, 19 de diciembre de 2013

¿EL DESTINO DE LA RAZA? (el 8° de (in) Precisiones e Incertidumbres)

 
 





de la parte: El Recuerdo de Resacas






desde: (in) Precisiones e Incertidumbres
(de esas Certeras y Subjetivas)





8

¿EL DESTINO DE LA RAZA?



Nada que podamos recordar
ni el instante de una rosa
ni cuando dijiste ya no puedo más
podrá sustraernos de esta condición
de cenizas demoradas:

A lodo y simiente todo se reduce:
Yo no me he olvidado, decías,
y pasaron 30.

Recordamos, porque la vida
se nos extraña ajena
como serpiente que guarda su veneno.

No será, ni fue, el de excusas calor que te extrema
ni el denuedo de pasos en la explanada.
De ellos renueva el silencio por más que la esperanza.
O esos rayos verdes de bulliciosa nostalgia y quietos.

Sus pasos, No los nuestros.
Porque la culpa y el abandono.
Pero sí la plaza de sombra en torno
la única piedad húmeda de Ronda

y la espera del olvido
y la desesperanza que a veces renueva.
Siempre el fruto en la memoria.

Ni el sol atenuado de ajeno y de verde
o la piel de la hija velada
su abanico sorpresas
sus penurias recuerdos.

Aquí, mi padre / fue el presidente,
orgullosa         de la peña.
Y ella agitaba su abanico.

La madera del banco fijo como angustia
una fuente de ausencia, un agua que aprisiona
el vacío que invita a un salto de hierros
a un vértigo de gusanos:

Árboles que soportan a las tres de la tarde
ese abanico de día
ese vientecillo de majas y de mirlos
esos incruentos destierros que enajenan:
la culpa incierta de glorietas de infancia en la inmediatez
del recuerdo.

O varias otras cosas perecederas
que al desnudo no vienen
como una puesta de sol solitaria.

Aquello no hiciera + que alimentar
remembranzas. Nada que inquiete la dicha.

Un calor abismante de perros
en la plaza, eso que pensaba tratando
de cambiar el soporte del recuerdo
porque los perros todo lo soportan.

Acaso la lluvia ausente y persiste
acaso la madre y la hija en el market de brumas:

Ni Petty Coat Lane pueda postergar
el momento cierto del encuentro
que recuerdas, y aguardas su retorno.

la culpa atenuada.

Una chaqueta de cuero obsesivo
la que buscas, con mucho ahínco
o tal vez el presentimiento que no volverán
aquellas esperanzas, figuradas, en días de buenaventura
y certezas.

El gozo que palpita la espera descarada, contrita
porque no soportas el recuerdo.

Pero ya recordarás su escritura
y la nostalgia del retorno de su ciframiento
y el ciframiento de su nostalgia
y la cordura de su certeza.

Nadie dilata el tiempo asignado al silicio
a esa parte de ceniza y polvo de la dicha
ni podrán, mientras duran
perpetuar la memoria
aquellos instantes de idilio bajo la parra turquesa.

El dolor que recicla la auténtica ternura.

Más allá del momento del cierto retorno.
Ya volviste      ¿y qué con la certeza?

Brillaba la certidumbre de la huida
cómo brillaban!
los pies del pueblo de blanco
el acantilado que no juzga ni perturba
pero marca cuadriláteros de pasado
ni la sombra de la parra
ni el paso de la ruta al destierro
o al regreso, y carencias
de otro tiempo de corduras:        NADA:

SOLO ambiguos RECUERDOS,
SOLO EMOCIONES PARA OTRA MIRADA.

Ni la constancia cierta. A veces
Ni la huida falsa. Muchas
Ni los ardientes conjuros. A veces
Ni dioses, ni mandas. Nunca
Ni acciones dichosas. Muchas
Ni caídas a otros entretiempos miserables.
Una vez y basta.

Nada puede el amor sublime. A la larga
cuando apelmaza y si es que lo admira.
Nada el sexo que comande. Nunca en la figura
de pájaros extenuados
salvo perpetuar, y extasiados tres juntos
o separados por cuentos de castigos.
Ni había una vez, esa historia, que no termina.

Ni hay fuera del tiempo que nos salve:
Sólo memoria que olvida cuando no existan retornos
ni tentáculos que organicen sagrados
sólo regresos a un tiempo de polvo anterior a la infancia.

Adendum:

Todo tan incierto
tan poco seguro lo sagrado
como el proscenio del recuerdo
en la Plaza Lillo de las aceitunas y su paso
negociada por el General y su amanuense en el tiempo del oprobio:


Hasta esa misma certeza / y después el silencio.