domingo, 29 de diciembre de 2013

LA VIDA RENOVADA, (el 22 de (in) Precisiones e Incertidumbres)

 
 




desde la sección de La Vida Renovada que con éste se inicia







De: (in) Precisiones e Incertidumbres

(de esas Certeras y Subjetivas)







22



¿Cómo unir lo que pareciera que no junta ni pega?: sólo en aquello estaría la manera de atrapar lo cuadrado en lo redondo, para que todo cuadre en su desborde, y el ser y el ente, y la certeza revelada no sean más que desvaríos de una mirada alucinada de palabras. En definitiva: ella es lo más nos importa y lo que menos nos fija.








LA VIDA RENOVADA







Piensas: Por qué olvidamos?
Por qué olvidáis los perseguidos
si terminaron rescatando del imperio su sepulcro?

Recursas la retórica
¿Acaso la tortura en parrillas santificadas
esas que sahumaron ilusiones de carnes
el aceite dispuesto y adobar entrañas
como sueños terrenos: detuvieron a los deudos
cuando llegó el tiempo del banquete?

La carne débil y tierna y desconsuelo
y estuvo a punto el victimal consumado
y toda es buena dice Pablo:
mientras no chupen los dedos
donde no escandalices muy a ocultas del designio?
pero cuida de andar muy caliente: mejor te casas.
¿Y para qué: si falta ya tan poco?

Insistes
los detuvo el asesinato del Líder?
-colgado de esa cruz- por impío
cada cual a cuestas lleva, dicen
redimiente el imperio a la vuelta
Ay, cómo fue que a la calle me echaste!

muchas vidas           suicidio afirma la hija predilecta
varias leyendas        de muerte natural en la clínica
inciertos mitos?       ese extremo dolor que lo acaba.

Mentas un as:
que hubo San Poncio entronizado
y al aeropuerto podrían llamar Salvador?

¿Por qué olvidáis?

Imaginan aquellos sostuvieran originales alegancias:
declarados herejes fueran
quemados como herejes escarmienten
y olvidados como herejes ejemplen
sus esclarecidos en la mirra calcinada.

Pero es tu olvido, tu meneo a otros, la tortura
más horripilante. ESO NO LO OLVIDO.

Hueles el incienso derramado
la mirra contenida
el oro, sus pastores.
Los baby dolls que dejaste abandonados:
para que se jodiera lo hiciste.

Ah, nada como el éxito
el poder del yugo, la riqueza que lo ejerza
la congregación de los pobres
la herencia del camino, el espíritu adobante
comprobar la justicia de la fe: renueva marcas
los nuevos mantos / los antiguos repartos olvidados.

Sí.

Yo mantengo mi utopía original
no como migajas del banquete:
no sufro tu abandono
puesto que pocos los ciertos, muchas tentaciones
la sima que lo abarca, cuando olvidas, la verdad
la forma en palabras, tus excusas y miedos heredados.

(Mejor dejaras de palabrear y te vas por ella
como si estuviera a un trapito amarrada)

Y tú, ¿por qué te mueres de hambre?
No vivas la ilusión de aquel pasado, arrímate al caldero.
Vete a un café con piernas.

Tienes el poder de las llaves. Una jofaina romana.
Realismo a toda prueba
no sea contenido de lágrimas
y laves tu inocencia: Acalles la idiomática
el fondo inconsciente de los símbolos:
El cierto paraíso. El recién descubierto. El renovado.
El magneto de un Night Club.

Pero no, naca, no, o no. Ni siquiera llega.

El futuro / abierto / nuevos banquetes y repartos.
El tiempos de resacas, la podredumbre
Oro Mirra Incienso.
Ella de camisola por las calles.
¿Acaso el olvido no signa una forma nueva en el futuro?
Aunque solo se afiance lo que afirma en el recuerdo.
Sí, ella en baby doll bailando sobre cadáveres.
(Eso pasa cuando los buenos consejos no sigues).








Si se logra o no se logra es lo de menos para nuestra vida de individuo, el esfuerzo habría justificado el intento; pero al conjunto en la herencia: lo es todo, como si el camino hubiera sido la nada misma: allí quedas cadáver desplumado, y el producto se afirma en su nueva vida misteriosa, o sigue tu destino de cloaca.





  


  
  

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