miércoles, 16 de octubre de 2013

LA RACIONALIDAD DEL POEMA (de: Composiciones para un Barrido y un Fregado)

 








desde: Composiciones para un barrido y un fregado



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LA RACIONALIDAD DEL POEMA


Nota: desde la Wikipedia:

"La racionalidad es la capacidad que permite pensar, evaluar, entender y actuar de acuerdo a ciertos principios de optimidad y consistencia, para satisfacer algún objetivo o finalidad. Cualquier construcción mental llevada a cabo mediante procedimientos racionales tiene por tanto una estructura lógico mecánica distinguible."


Nota desde el autor: 

Eso mismo me dije... y así fue construido el texto:



Pensemos en el terciopelo:

Esa sería una higuera sospechosa, y fulgiría cual no-poma
en contubernio:
y en el caso límite del misterio inconducente y su apatía
espléndida para nada
fulgiría
cual la pereza: cual sombra simultánea agradecida
de ser la madre de todos los géneros y retazos

y ya lo es, mas como arropada no-lo-sea
y sí: cubierta, oculta, encubridora
si muñeca torpe, o figura relamida sus pelos
o salvación de energúmenos a moda, su origen
mundano y tierno como gaviota de oro anidando
en medio el barro, ocultando su desnudez de princesa
caída en la modernidad ciudadana:

donde en el principio un perfume acosa
desvaríos, torpes palabras concretas y armadas
con esas plumas / como terodáctilos hipnotizados
fijos en su misión aturdidora

no-cond-olientes, de la no-rosa de crucis: vía
el camino, la muerte, la condena, lo urbano
y lo de fierro y concreto

donde vayan locas de extramuros
su poco pálidas, las (in)sistencias del apego
y el azar del ser contra dictorio
tan nauseabundo en su delicia callejera
en sus cumbres nevadas de escorpiones y de hierros
en la lejanía del polvo, la zarzamora y los cardos:

mmm       saben de maravillas:
(esas bayas repelentes verticales apiñadas contra el cielo)

Y ahora a reposar por un instante.
Vista álgida /   mar   / al mar donde ocurren los inicios
donde sumergen los arcoíris sus hoyitas de sueños inconclusos:

Ah, entiendo poco de mucha maravilla:

Si la raíz no hubiera sido madre:
tal vez un algo apetitoso, un cambio de aquejada
una espiga-canto repugnante e iracunda o nada
mariposa celeste en medio la tormenta
entre los rascacielos del destino

manzana incauta, un no-parco tiernuchito
el mismo, y el otro, existentes y excitantes
en su perfume cierto de terciopelo rezagado
descoyuntando el devenir recalcitrante
en esas sombras aparentes, o contrarios
y agitados
o polvillo de sueños y pesadillas y armazones
modernas y apiñadas:

Vista al mar. / La mar./ Arriba. Donde los orígenes
son puestos en discordia y agitan los deseos:

Asúmete, replicaría, que ya vienes de siete
en siete muchas veces; y Freud te condona
demasiada largona o condominio de lo + oscuro
de lo cierto, eso como, pero sólo como
la tierna delicia de una sopa de rosas y de magots
que la verdadera serían tripas y sesos, y tuercas
y tornillos ordenados de modo que el horizonte perezca
en lo urbano de lo asfixiante y paralelo.

Aquí ocurre y no-acaese el prodigio del instante:

los no-mares hechos carnes          como lirios compungidos
ese conjunto de estresados            tan poco parejos, orgásmicos
 no-vacíos, no apartes                   cual velas no apagadas
no-versos diferidos                      se esfuman a recuerdos
tan TAN / tan TAN                      tan       (qué?)

cruentos elegantes: registran el rastro en la ciudad
registran de un mundo bien comportado o Wittgenstein
el mejor calculista: o puro contubernio sus terrazas
monadas al arrastre, o altaneras cabizbajas
y rábanos enanos, y rojos y diestros en sus manzanas
al azar de los empujes y negocios fallidos o ciertos

Por eso:
Pensemos en el terciopelo, en lo suave de lo oculto
y DESCANSO.
Conversión abajo. Río. Que va a dar al comienzo
al inicio de ciclo interminable
una lombriz solitaria en busca de su sino:

¡Ah, no-Luna, qué te habías hecho?

No viene al caso ocuparse de eso en el trabajo:
No lechugas amargan las cosechas.

Caso RESUELTO si la imaginación desvaría
No pensemos en el terciopelo o los trabajos.
Vuelvan pronto.

Y vista al cerro, que si en el terciopelo pensamos
la vida se hace menos urbana, más selecta y deliciosa
y no por eso menos pronta a mostrar su sin sentido.



Así también


  
  

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