lunes, 21 de octubre de 2013

ALEJANDRA SALOMÉ /de: Algo como Eso/













desde: ALGO COMO ESO




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ALEJANDRA SALOMÉ


Iba a Las Condesas /como vagando azaroso de intenciones/ solo
por tus silencios
en la indiferencia de las cuentas
y papeles del diario postergar decisiones
al salir de la tarde / como si casualmente
sentir la ajena atención de tus casuales
oscilantes          sobre el encuentro
redimiera

y las indagaciones de esa tu experta maniobra
/silabario de dudas re-sabidas antiguas
como el natre reluciente/ completara el rescate

Ese encabalgamiento mágico
esas sugerencias y el aliento sosteniendo el ritmo
de los balances
/para que no se estropeen/
en confidencia de profesional atrabiliaria
tan segura del decir como una mantis puede serlo
digiriendo sus muertos cadáveres vivos
que la condonan

Después conversaban lo inverosímil de los sucesos

Y ni siquiera morena ni canela ni tabaco del recuerdo
las compresas y sanaciones
o ese color /ron de añejo/ en la mirada / ni azafrán pronunciable
tu dicción exquisita / y perduras imprecisa y ausente
como siempre esperable

Sobre Kavafis insistías
esos encuentros tan diferentes de casuales
y él volviendo a las sagradas
muy dudosas
pero recordables que perturban la mirada

Una y otra vez
de ardiente mármol y tatuajes
que hacen a la condición humana desde tan antiguo
que venga la certidumbre del aroma o el dulzor de la amargura

Tierna y blanca / y mañosa y fiera / casualmente trigueña
al preservar tu otra vida:
la pública

Sólo conoció tu guardada exuberancia reticente
en ese el encierro buscado
por esa amarga blancura que te atrapa

Donde después de desatender     de insistir    de vaguedades
hablas de intertextualidades con jerigonzas que no consigue
descifrar
de incógnitas
de sorpresas
del por qué no    no    nunca en el barrio oriente
del por qué sí
jamás se verían por fuera

Connie     un día te fuiste


Y Ahora      con quién habla?
Con quién completa la hora?
A quién le muestra los textos
la refracta piel
esas palabras que no cuajan
para una opinión experta / no interesada / curiosamente gratuita?

También fuiste Alejandra Salomé
y Mariana     y no por sus crímenes o llantos

Y él hubiera deseado ser tu tío
y te trataba de sobrina
y tú sonreías
y le mirabas con ojos grises y veraces

Él piensa que qué desperdicio
y tú sabes que la vida no siempre cuaja donde corresponde

Si es que alguna vez lo hace


  




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