desde: Si tan sólo existieras
El III de Tríptico de la Presencia Redundante
El III de Tríptico de la Presencia Redundante
EL AROMA
El patio
El recuerdo del
enigmático Siberia
Vahos de la noche La
humedad pegajosa del retorno
Nostálgico como
si volcado al futuro
ácido suavizando
la dulzura los dejos
ese
matiz de mirras y de faldas
renuentes induciendo al balcón:
Pero tú / ya no
estabas dónde estás?
en qué desnudos?
Ventanales
entreabiertos de corazón asombrado
El efluvio de la
mirra / El barro presentido
Un jazmín del
Cabo en la infancia importuna
Ramillas de
romero en Londres
noches de
retardo: con todo el fulgor a la deriva
Escuché un ruido
/ por eso te llamé
Azahares en
Ronda caliente y fría
cuentas de rosario en
la más pura de las sombras
pétalos de rosas salpicados
sus reflejos
cadenas unidos
en la sangre
Todo aquello que induce a la vida
Su misteriosa
presencia
las manos el
recuerdo prisionero
nuestra
embriaguez esperanzada
Para ti el
rosario de pétalos y remordimientos
rosas en la
sombra luminosa:
retornos de
incienso llenan el espacio
donde fosas
predispuestas abren al aroma nocturno
Sagrados
Recuerdos / Impertérritos Agobios
El Canto
Gregoriano clava en la banca de madera
El mismo idioma
aquí en Londres como allá en Santiago
El recuerdo
divino avanza desde Our Lady Chapel:
renueva
sensaciones de inocencia lóbrega
bajo la nave
bizantina y el mareo de la torre
Las madreselvas
de olor transportan la noche
La pieza oscura
y solitaria
Estoy sumergido
/ otra vez solamente /
Recuerdos no
esperanzados y provistos
buscando en la
noche clara y tenebrosa
Siempre
La infancia otra vez presente o activa de olvido
casi en la
muerte del recuerdo
sus colores
perpetrantes
su aroma a
vida misterios y tinieblas / o
chispas inmensas
como racimos de
lujurias:
Retornos en lunas
vivas y humeantes
huidas porque
imperfecto en la luz
las fijaciones oscurecen
la noche del mediodía
y asperezas: las
ciertas asperezas:
Elije tus memorias
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