martes, 1 de enero de 2013

A VECES OCURRE /de Londres y Cercanías/

 
 








de Londres y Cercanías



A VECES OCURRE
//y se entremezclan productos del tiempo
y un espacio igualmente borrascosos//

Está lloviendo que arde:
y es como si se inundara la consciencia
aletargara la culpa    brillara
algunos rayos promueven conversaciones
de nada
hace frío
la salamandra contribuye positivamente
a la destrucción del bosque
porque lo civilizado es eso: astillas / troncos cortados
laderas aclaradas / olor a humo
conversaciones de antiguas maneras
cuando las extensiones verdes aún permanecían

Subsisten los destilados del tiempo / que no dan
por aludido / del asalto de Trillium
o la defensa interesada del donoso catedrático
unas sierras automáticas y camufladas en los libros
chipeadoras en sus informes

Una mentirilla lo anda balbuciendo

Salvar las almas dormidas aconsejan los pinos
y los eucaliptos
a las sobrinas tener miedo
una pequeña cruzada en contra de ramas y lianas
nativas indígenas y ciertamente retrasadas
pues no meterse en honduras y
quemar las cortezas terrenales es lo moderno

El olor de leña transporta a otro cielo
otra felicidad en botones / un mismo destino
donde preparan como de ensueño mate amargo
pero no es la infancia
El verde sigue en retroceso

Otro rayo consolida recuerdos laterales:
entonces estrujar la lenga en la 12 fuera tan donoso
como haber descuartizado el hualle en la 6ª tentativa:
para incrementar aún más lo civilizado

Si fuera Managua la casa hubiera estremecido
de agobio      pero es aquí en la verde de agua:
y la lluvia no asciende la ladera
de los barrios altos cual mecanismo
de reloj torturado

Por debajo el lago sucio /el plano/ la tormenta
las poblaciones acumulan futuro
en el presente-pasado: nubarrones hospitalarios
/rayos de carencias
sacudones que en 5 minutos pasan
después de estremecer los cimientos:

Pero no el calor sofocante: pesa
Pero no la familia errática: pena
La cólera del pueblo: acumula para un día
de júbilo desolado

La humedad del calor prometido
el bosque arrasado de palabras
hace tiempo    tiemblan ironías    un yo
guachaca en su desesperanza
a sostener un punto de vista un vaso trisado
de opiniones
mientras las bandurrias chillonas
cuando los jotes pensativos
donde los tiuques diligentes
y los treiles avisores son constataciones de ausencia

Los temores descansan    /suponen merecido contra desánimo
y el tiempo produce un liliput desencuentro
y algotros rodeos con constancia las maneras del olvido:
Las tormentas en los bosque son cosa del pasado

Llueve a chuzos literarios y a patéticos
cántaros de olvido
Se desconoce el oficio:
el viento golpea advertencias: ráfagas de sorna

Al cambio de múltiples perspectivas
en Cambridge los rayos en su congoja
perturban el sueño de esa noche sofocante en gotas
de insomnio     y de ruido y de luces
cuando en Londres la tormenta solitaria avanza
desde Enfield
hacia la soledad        de la tarde como aviso
desde la soledad       de la vida como certeza
y explotan nubes
y descargas alumbran el departamento cansado
y está de lluvia y de paradojas de opuestos en la ruta
contra la soledad       como testimonios y consecuencias

Camden Town oscurece:
hace retornos
hace retrocesos / un futuro de pasado:
graniza      mira!
Los Andes se prenden
de 7 a 50
los rayos estremecen la conciencia: metáforas luminosas
ya idas:

La radio comenta la gente del sur
escuchan atentos pero nada
La bombilla a los labios
se prende de rumores la tarde
está lloviendo en resonancias
ya es de tarde y ni siquiera la memoria sirve de algo
y hace frío
y anochece

Monotonía de la tormenta




  
  
  

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