de Londres y Cercanías
A VECES OCURRE
//y se entremezclan productos del tiempo
y un espacio igualmente borrascosos//
Está lloviendo
que arde:
y es como si se
inundara la consciencia
aletargara la
culpa brillara
algunos rayos
promueven conversaciones
de nada
hace frío
la salamandra
contribuye positivamente
a la destrucción
del bosque
porque lo
civilizado es eso: astillas / troncos cortados
laderas
aclaradas / olor a humo
conversaciones
de antiguas maneras
cuando las
extensiones verdes aún permanecían
Subsisten los
destilados del tiempo / que no dan
por aludido / del
asalto de Trillium
o la defensa
interesada del donoso catedrático
unas sierras
automáticas y camufladas en los libros
chipeadoras en
sus informes
Una mentirilla
lo anda balbuciendo
Salvar las almas
dormidas aconsejan los pinos
y los eucaliptos
a las sobrinas
tener miedo
una pequeña
cruzada en contra de ramas y lianas
nativas indígenas
y ciertamente retrasadas
pues no meterse
en honduras y
quemar las
cortezas terrenales es lo moderno
El olor de leña transporta
a otro cielo
otra felicidad
en botones / un mismo destino
donde preparan
como de ensueño mate amargo
pero no es la
infancia
El verde sigue
en retroceso
Otro rayo
consolida recuerdos laterales:
entonces
estrujar la lenga en la 12 fuera tan donoso
como haber
descuartizado el hualle en la 6ª tentativa:
para incrementar
aún más lo civilizado
Si fuera Managua
la casa hubiera estremecido
de agobio pero es aquí en la verde de agua:
y la lluvia no asciende
la ladera
de los barrios altos
cual mecanismo
de reloj
torturado
Por debajo el
lago sucio /el plano/ la tormenta
las poblaciones acumulan
futuro
en el
presente-pasado: nubarrones hospitalarios
/rayos de carencias
sacudones que en
5 minutos pasan
después de
estremecer los cimientos:
Pero no el calor
sofocante: pesa
Pero no la
familia errática: pena
La cólera del
pueblo: acumula para un día
de júbilo
desolado
La humedad del
calor prometido
el bosque
arrasado de palabras
hace tiempo tiemblan ironías un yo
guachaca en su
desesperanza
a sostener un
punto de vista un vaso trisado
de opiniones
mientras las
bandurrias chillonas
cuando los jotes
pensativos
donde los
tiuques diligentes
y los treiles
avisores son constataciones de ausencia
Los temores
descansan /suponen merecido contra desánimo
y el tiempo
produce un liliput desencuentro
y algotros rodeos
con constancia las maneras del olvido:
Las tormentas en
los bosque son cosa del pasado
Llueve a chuzos literarios
y a patéticos
cántaros de
olvido
Se desconoce el
oficio:
el viento golpea
advertencias: ráfagas de sorna
Al cambio de
múltiples perspectivas
en Cambridge los
rayos en su congoja
perturban el
sueño de esa noche sofocante en gotas
de insomnio y de
ruido y de luces
cuando en
Londres la tormenta solitaria avanza
desde Enfield
hacia la soledad de
la tarde como aviso
desde la soledad de
la vida como certeza
y explotan nubes
y descargas
alumbran el departamento cansado
y está de lluvia
y de paradojas de opuestos en la ruta
contra la soledad como
testimonios y consecuencias
Camden Town
oscurece:
hace retornos
hace retrocesos /
un futuro de pasado:
graniza mira!
Los Andes se prenden
de 7 a 50
los rayos
estremecen la conciencia: metáforas luminosas
ya idas:
La radio comenta
la gente del sur
escuchan atentos
pero nada
La bombilla a
los labios
se prende de
rumores la tarde
está lloviendo en
resonancias
ya es de tarde y
ni siquiera la memoria sirve de algo
y hace frío
y anochece
Monotonía de la
tormenta
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