desde: segundo capítulo de Si tan sólo existieras
El I de Tríptico de la Presencia Redundante
El I de Tríptico de la Presencia Redundante
MAÑANA ES HOY
Nada /nada
/definitivamente nada/ nada muere
NADA
salvo la
conciencia
Las hojas caen:
caen /y retornan
retoños de escarabajos
De oro
aventureras esporas sorprendidas
circulan
Alba que muere
la nostalgia
Y no sólo las
plumas / ninguna sorpresa:
Ah estabas ahí /y/yo/
te hacía en el Oriente
Se abajan los
besos que fueron donados
Cambios de
incertidumbre de
éramos el uno
para el otro Pero tus besos?
a repartir para
evitar el desperdicio:
La abundancia de
oportunidades abisma
Y ahora
desparramando gracia y desatino?
Y los que no
fueron / también al suelo
Y las caricias
partidas
Y las raciones
raquíticas vaciadas / y las llenas
Yo quería tus
manos / y tu velo como
refugio de la
alegría / como cuando niño que no sabe
Y ahora qué
puedes pre-sentir? / Qué puedo si te alejas?
Nada a cambio /
o solicita/ o ternura que te ofrece
Una fuente
clara / una bandurria triste
pensativa
Cualquiera se
arrepiente
Todo vive y
muere / Algo / pero quedas Tú en la sombra
en el trasfondo
de miradas en oscuras
claro-fonías
dudas /misterios como inciensos
/Mientras hayan
subterfugios
mientras se
impongan de la infancia los miedos a la noche
Cuando la esperanza Que
no volverán recuerdos
Cuando el terror Que
sí volverán / a serlo / en el rastro
Cuando refugios Nada
muere con certeza?
La
pertenencia al rebaño es poderosa
Nada muere /
salvo la conciencia
Mañana es hoy
Un día también
desaparecerán las palabras
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