lunes, 3 de septiembre de 2012

ESA LUZ QUE PUDO SER /desde Si tan sólo existieras/

 

 
 



 

de Si tan solo existieras




ESA LUZ QUE PUDO SER
//a IVETTE//


Como si el tiempo estuviera al alcance de la dicha
para afirmar su persistencia dudosa

Probablemente en la ciudad de los recuerdos

Con el mar soportando esos secretos iniciantes que
forman el retorno de las huellas:
En barrio tranquilo      de nombre esfumado
Ni aunque quisieras

Y mientras mira
                               se desliza
por ese largo tobogán la vida

El rumor lejano acompaña como soledad
como compartiendo una esperanza de sonidos enclenques
esos ruidos del comienzo
Esos pinceles y telas imaginados en la bruma

El desatino blanco /por el lado del tiempo ingenuo
tiñó óxido avergonzado      café colorete la vida
Y ella ríe           cómo ríe

Todo encaja en apenas mientras tanto
matices y ocres porque aquello se desliza
y cambia / permanece y esfuma

El sol que piñufla y tímido apenas fisgonea aquellos juegos
La neblina que lo acoge y sigue ajena
El tiempo que casi detiene y la vida que sigue son una
calcomanía donde figuras batallan
a la mala suerte

Si no lo hubiera hecho       tal vez ya serían olvidos

Como el lugar donde ocurrió la risa
Como esa plaza tan sola de los bancos
Como la neblina de esa mañana fija
Como los motivos que no los unieron y mantienen el fortuito
movimiento de la figuras precisadas en el viento

Ese día de resolana         De rumbo incierto
Esa en el mar carcajada a los recuerdos
Esos cuadros luminosos
oscuros / incompletos en la brisa
Esos como siempre pasa

Aunque después /en la laguna de la dicha/ azufraron
ese aroma y rebeldía

Claro que pasa
Porque hasta la dicha se desliza
y fuerza un retorno sin contornos ni esperanzas








  
   

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