CANCIÓN ROBADA PARA UN SAQUE (de Algo Como Eso)

   
   

(Pertenece a <Algo como eso> que es un subproducto de <Informe de Campo)

CANCIÓN ROBADA PARA UN SAQUE

Se escuchó como una sabandija que murmura entre el sostén de fantasía tirado allí, y el colaless intrigado que no acababa nunca de caer. De modo que siguió sorbiendo su brebaje para no dejarse avasallar ni empecinar en la derrota. Cuando guardó el vuelto hubo de recordar:

Falopera. Falopera. Sorbe tu blanca hechicera.

Falopera, Falopera. En la noche clientela

vivirás.

/Como si fuera en una verbena / una mierda y larga pena

que te obliga a soñar/

Allí adentro podía pasar cualquier cosa: una cucaracha, por ejemplo, extraviada deambulando entre el borde gris de la sombra y el resguardo de hacerlo a lo greco para el momento de la propina; el momento cuando las sombras se agolpan y vuelve la nostalgia y retorno ya no hay a la cordura de las tímidas luces que se apagan.

Con un saque, una filita y un traguito en la noche

jale-era y a soñar.

Se escuchó un golpe seco y otro de rodada y raspe; y allí estaba para nada de atractiva. El colaless se le había escabullido y la mirada ausente y fija.

Falopera. Falopera. Atiende tu blanca hechicera.

Y la negó y se hizo como que no reconocía la voz. A la tercera ya no volvió a insistir. La ciudad continuaba desarrollando sus acacias en flor, y cuando adecuado sus perros vagos al atrape del hambre, como también las caminatas hasta el parque Juan XXIII a mirar esa concha acústica en silencio.

Falopera. Falopera.

Hasta el saque cuando el jale ganará.

Mundos completamente separados por algo más que una sonrisa. No se preocupe: si no es la pálida, es la dura, le dijo otra que miraba al pie de la escalera.