miércoles, 6 de noviembre de 2013

SALMO DEL IMPÍO (desde: VERSOS SECUESTRADOS, en: Tres Salmos inmateriales)

 






En la parte: Tres Salmos Inmateriales


desde: VERSOS SECUESTRADOS



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SALMO DEL IMPÍO



El impío musita con resignación
no hay Dios que premie mi cordura
hago el bien y mi premio soy yo mismo:
no hay Dios que pida cuentas al malvado
si tiene éxito en todas sus empresas.

El impío constata con mesura
el malvado acecha en campo solitario
a escondidas sus víctimas acosa
tiene ojos fijos en el pobre
para arrebatar el sudor al desvalido.

El impío conoce los trucos del poder
la violencia organiza justa ley
no recuerda su origen desmedido
la riqueza es medida de virtud
todos somos iguales en dinero
aunque otros tengan más de la igualdad
será mientras el mercado el que domine:
el que vende es sabio y poderoso
el que compra pobre y vil
nada invierte si los términos se cambian
pero el santo verdadero quien crece en intereses.

El impío conoce por la historia
Dios no pide cuentas al Demonio
el Demonio es poderoso en la Justicia.

El impío no juzga al pobre en su delirio
sabe que el pobre se consuela con su opio
su venganza es justa fantasía.

El impío es humilde cuando cae
conoce el aguijón de la conciencia
y sabe el impío que no todos los impíos son iguales
hay santos impíos tantos como creyentes o malvados.

Él conoce quel diente del malvado es más blanco
cuando es rico
quel diente del bueno cuando pobre.

Él no ignora que las bellas son mujer del poderoso.

Que la muerte coquetea más frecuente con los pobres
aunque todos San Martín y su chancho sí seremos
cada uno en el tiempo de su tiempo
pero el tiempo de los pobres es más rápido.

El no olvida quel tiempo de los tontos
es el reino de los pobres del espíritu.

Al impío en fin le duele su impiedad.
El impío conoce y sufre.
El impío ama y alegra su vejez

+ en todo lo de+ el impío
si salmodia rico o pobre
no hace fuerte discrepancia:

Goza incertidumbre
y vive.


  


  

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