desde: El Surco Confundido o La Ciudad Revisitada
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SARDINAS Y REFLEJOS
Quedan de
recuerdos /bajo el sospecho de una aurora sonrosada
achicando toda
la certidumbre del coraje
Lo que no fue
más que torpeza y persistencia
y escamas al
viento como cuervos croando risueños
entonces pesan y
determinan / acosan y posibilitan
/el agolpamiento
de las nostalgias
y hasta lo peor inciensos
mantras / liturgias secretas
la nueva inmensa inerte
sabiduría: lo determinante de la luna
cuando vislumbra el
pasado estéril
el
ir y venir de los olvidos
los
amasijos de fiestas y proclamas
el
ocultamiento de lo que pudo y fue
y
allí quedó a medias: indicho estéril
y
pesando
Sospechas ésas
que ni nadie pueda salvar
del descalabro /
ni menos del éxito
Pudieron
perderse en la plaza ajena y cuadrada
y encontrarse
incrédulos en el market entre las verduras
y los cachivaches
o en retrasos en
los pubs de la cercanía: ya memoria y pasado
Tantas sensaciones
de agobio tantos cirios
desvelados
o pequeñas
desazones que agigantan con su nimiedad jadeante
la subida a la
torre
Los libros al
aguaite / o en los enredos: las oportunidades insomnes
Para cuando Lyon´s
Yard ya no sueña
induce a vistas
pero no sabidas
habladas pero no
signos
rosas agitadas pero
no ciertas / ni siquiera excusas
Cangrejos
perezosos marcan la somnolencia
El arte de vivir
a la deriva
El rumbo al
permanente olvido de los desastres
Así pretextos a reiterar
la cornamenta de rojo
Asá partan de
take away en take away como aguerridos
Aquí queden como fotos en
la Bell School
No
aguarrases ni certezas
Cofradías solidarias en la novedad de la copuchas
Así la tarde
desvirtúa el espejo /confunde el horizonte/
enreda cualquier
vislumbrar la certeza a su oralidad culpable
a su saltar innecesario
las rejas de un Queens’ ajeno y plausible
extraño y
vigilante / y a pesar de los intentos:
oprimente en su
acogida
Sudores de
palabras mudas / adioses
y palpitar en
eso sobre bicicletas y mandes
Pero no la
última
Ciertamente /no
la última
La memoria que
perturba impone su punto de fuga
Y aún quedan los
viernes y los sábados
hasta las cinco
del regreso /y apagarse para otro intento
La memoria agobia
como bufanda en verano
un día que amanece
timorato y pronto despliega su agobio
La memoria con
sus espejismos o muletas
Olvidos
decidores por herrumbrados y culpables: Los reflejos
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