viernes, 29 de junio de 2012

Al Alejarse (texto de 1966)

  
  





De modo inesperado ayer me regalaron, en una comida encuentro de ex alumnos de la Escuela de Economía de la U de Chile, una revista de 1967, después que alguien leyó un texto. Y resulta que era un texto mío de 1966. La pura nostalgia me hace publicarlo. Entonces fui a viejos sueltos en disco, porque recordé otro que me pareció sospechosamente parecido, de 1967. (No quedan muchos textos de los escritos tan lejanos... una vez en Londres por 1980 se perdieron todos, creí, pero algunos estaban en poder de mis hermanos...) Es una suerte no tener que responsabilizarse de los inicios: no quedan rastros. Pero éste, de una época ya atediluviana, lo publico, para mostrar que todos nos iniciamos más o menos de la misma manera. (Aunque hubo algunos que lo hicieron de modo bastante mejor, ahora lo sé.)


(Primero la versión más antigua, conservada en la revista. Bien azucarada...)



AL ALEJARSE

Aunque no me escuchas te diré un momento:
  
Quiero este instante hablarte un tiempo largo
con la mente.
Quiero poder a ti unirme
como se unen el sol a la escarcha en abrazo
de vida o muerte.
  
Pero nada.
Siempre la nada.
Toda experiencia es un yermo.
Todo se repite.
Nada nuevo.
  
Entonces insisto
y en mi retumba como lamento:
Quiero adentrarme en tu ser
como se adentra la luna por el follaje.
 
Y continúa como silencio:
Quiero poder abarcarte
y aunque mis manos se alargan
no te encuentro.
 
Entonces camino a tu lado
todo un tiempo que parece eterno.
 
¿Por qué sonríe tu rostro?
No comprendo.
¿Por qué tus ojos brillan como relámpagos?
No comprendo.
 
¿Para qué seguir?
 
Me detengo en el límite último
y te veo alejar:
las cosas a tu paso se hacen más grandes.
 
Estoy solo.
Detenido
frente a eso que parece infinito
permanezco.
 
Me interrogo con silencio profundo,
y ante la pregunta absurda
guardo profundo silencio.
 
Todo está quieto.
Siento que entorno se agrandan las cosas
y allá en el horizonte,
lejos,
me pierdo.
 
  
Fernando Reyes
1966
 
 
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(La versión del año siguiente)

  
 
AL ALEJARSE
 
  
 
Camina a tu lado como en sueños
cardos cubiertos por el polvo,
titubeos,
de lluvias sólo las sombras
puntos de fuga y sin ya saberlo,
relámpagos.
 
¿Por qué brillos asoman al parpadear de tus ojos?
 
Encuentros de sol y de escarcha,
a veces olas, a veces reflejos,
como en ese crepúsculo pasado
rayos de luna adentrando el follaje
 
sin nadie lo quiera o apunte.
 
Se detiene en el límite que traspasar no
sabe. Las cosas
a tu paso se hacen más grande.
 
Entorno se acrecen las dudas,
y allá,
en el horizonte, me pierdo.
 
    
 
frf
1967
 


¿Porqué uno se auto inflinge afrentas? No lo sé.
 
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2 comentarios:

  1. Me gustaron las dos versiones.
    Creo que el sentimiento es uno solo. A veces no importan mucho cómo lo escribamos. Pero entiendo que vamos mejorando la forma... será que ¿mejoraremos el sentimiento?

    Besitos Fernando y siempre te quiero mucho.

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  2. Saludos RoseMarie. Un abrazo cálido. Me alegro te hayan agradado ambas. Me parece lo mismo: son la misma constatación, el mismo sentimiento. (Son tan ya lejanos y casi olvidados, que como que pudiera leerlos de un joven que fue otro). Con el tiempo, al parecer, nos vamos dando cuenta que dentro de ciertos límites se puede decir lo mismo de variadas maneras aún apuntando a un sentimiento rector único. (Pero no lo hacemos de puro flojotes que somos, o porque no existe la tradición de hacerlo... o porque se está bajo esa seudo exigencia de lo único y exclusivo...
    Ahhh y lo mejor son los besitos... así que los respondo con cariño. Igualmente te quiero RoseMarie.

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