jueves, 22 de junio de 2017

EL DÍA DE LA CHINGADA










EL DÍA DE LA CHINGADA



/reflexiones para unir disjuntos en un día de común ocurrencia/
que aún no pareciera que esté al llegar




un pequén se ilusionaba en la rama      ¿sabías?
        no es la rama más que una manera de
           percibir los rastros / ni menos un dejo
                 como de algo ni ya oscuro
                 o natre
                 o punzante

//esto lo digo por si a alguien le pudiera interesar//
cosa que dudo

el Tue Tue en picada se nos vino con su
        llamada de sombras ahítas de recuerdos
           siempre los rastros llaman desde la memoria
                 y por el correo /air mail las estampillas/
                 mal impresas
                 pungentes y culpables /como huellas apenas/

llega una zumaya / que ni parece lechuza/
ronca
no directa /más bien alambicada en su gritar desde
un poema    bastante atractivo
azufrado en vela / escalofriante su vagido torturado y seco

pero ni así

//así que por eso cambias / y te vas a otra vertiente//
pero de lo mismo / agrega

                 los signos ya no funcionan
           han quedado chingados por el paso de las pruebas
        y los diptongos del anunciador oscuro
        y los poleos del aroma que repta
        o las sinuosas oleadas a eucaliptos y bencenos y rastrojos
y pastos ajenos /como recuerdos/ como si por las siacas
perfumes tan abominables como si fueran ateos pensamientos / dicen

que hasta los mismos símbolos revientan del enojo que les causa
su búsqueda por puertos exóticos

de tal manera todo      inicio reintenta

        ella siguió vivita y coleando / a pesar / a pesar de
        a pesar tal vez / cosa que nos tuvo sin cuidado /
        cuando todos la daban ya por muerta
        de la risa / como una sombra de espanto
        como un hinchar las narices
        y desinflar las velas
        y correr las lunas
        un espíritu muy dudoso / pero maligno
        como una esencia antipatriótica efluviada en descreencias

entonces / a pesar de las advertencias  y los presagios/

al suelo se vino el pequén / al suelo de las nubes y los arcos iris agoreros
de una pedrada de viento y pino
se amoníaca se abanica se numeróloga     duda se hace     emana

de una como esa de boticario / lanzada desde varios horizontes chuecos
circunflejos humeantes y hasta bulboceantes      varados en decrépitos

con el tirador de mi hermana         /      de tu hermana? tal vez
de la hermana de la chingada         /          le confiere su calidad de ojo
                                                                  avisor
                                                                  y oreja avisada
                                           y canto reflejo/para nada nuevo ni grandioso/
                                           y nariz al viento /lo que ya es casi mucho/

razones  más que suficientes para el adviento
y lo que es no es más que apenas un cantillo / un ir por alamedas
sonidos y llamados   así

el Tue Tue cayó por el lado de las moras
se vino al mudo
el muy jugado poto sucio lleno de plumas y de cartas huachas
de ateismos para nada timoratos / encarnados en la ratona
silencios y susurros analfabetos de olor
/perdidos sus ungüentos

lo cual acontecido si al conjunto que

la zumaya tarantea puras zetas y todos ríen casi
de sus onomatopeyas / sus certidumbres
o ridículas o chingosas
/ esas que evocan alegría encerrada en llanto
sofocante o neblinosa
rancia de pura espera / perseguida de pura duda
certidumbres disjuntas

y llegas a la recapitulación de los recuerdos

fue el día en que mejor es
                         callar
                         o morir de miedo
o vivir de risa o aromar de pena de ocurrencias

el día en que un pequén
declara
de su amor chingado en la rama     matices

para los a modo de conclusiones

               y creyeron que era un viso del más allá
               así como con el canto de un tue-tue escuchado al paso
               puro cuento de inocencia crédula
               o el de una zumaya leído en los comienzos
               olido a ras del aljibe salitroso
               del grado al vuelo
               y después olvido

que así es la cosa: todo se olvida

y se mezcla y se azufra se atea
y se va a la nada en barca
aunque algo queda     la creencia pestilente    que ya estaba más casto y mudo
que pasado en vela que alma para todo servicio
pues no siendo de real más que una palabra
lo que a nadie va a interesar o mover o recordar o algo o nada
de nada
a nadie interesa / salvo a los creyentes en la nada
y a los no creyentes en la nada
por distintas ni opuestas razones







01:50 miércoles 21 de junio de 2017
22 de junio de 2017
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frf






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