sábado, 20 de abril de 2013

DÍPTICO DE LA CONSTATACIÓN (de: in Precisiones e Incertidumbres)

 
 








desde:  (in) Precisiones e Incertidumbres / de esas Certeras y Subjetivas



DÍPTICO DE LA CONSTATACIÓN








I

EN BUSCA DE NUEVA UTOPÍA



Quisieras imaginar un digno oriente al cual
renovados
unir el curso

Sangre que entibia la morada
Desnudos o limpios

¿Mas qué puede el signo ofrecer desde que lavó el Manto
del Imperio?
Redención de la gloria?
¿Acaso no sacrifica su pasado en aras de las llaves del pétreo destino?

Ay          cuántas claves
pueden extasiar            con silencios
la Sombra
del nuevo Moloch
                  ¿Qué promete? / ¿Qué oculta?
Su déficit pertenece a la ganancia

El pontífice sumo podrá rasgar vestiduras
que ha tiempo viste nunca:

La Paloma picotea su olivo
Marchitan la Cúpula  / San Simón / Cuervos hambrientos planean
El Mago poderoso cuida las llaves del concierto

La Cuarto Creciente mengua en lagos
de negra sangre proclamada     unos comercian
o en otros escuálidos         rojo superfluo y visceral

Los esparcidos retornan a imponer su antiguo dios
porque la palabra avizora o prometida
o la sangre necesaria induce
o el fuego de comedia no pase de moda:

un oír números                    como Buenas Nuevas
una dócil cuenta                  como Carne de los Mitos
ese saldo en acomodo         como Palabra en el Principio

Por eso: soñemos desatados
Pero no erijamos a la carne en demonio de la carne
infrinjamos nuevos infiernos:

Dejarán de arder     y / petrificados y humeantes
/ otra vez la congoja / y otra vez como Paloma a la Parrilla

No sobornemos la muerte con promesas incumplidas:

A los que vengan a imaginar de nuevo:
Afincar la angustia en la tierra y páramos:

Aquí la raya que demarca:

atrás:
sólo Oro
Plata
Opciones
Intereses

Sojuzgados y sonrientes







II

LA TIERRA ESTÉRIL



Ah qué dulce quemar las naves
con un mundo por conquistar

Y tú      jaguar de pacotilla
cuando termines de trocar tus manchas
cómo cubrirás tus desnudeces?

Pero sigamos administrando
lo que la sangre derramada vomitó
que Roma no está para héroes




   
   


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