(Sin la menor duda: de <Cosas del FaceBook y otras Tripas>)
SARANGUANGÜINGO REALISTA
Ofrecen esas fresias retorcidas de la
infancia
a tu memoria esas negras de cuervo acusador
para enjuagar el
murmullo que te atrapa:
Tal vez salga / la pluma desojando los aromas
tal vez regrese / a estremecerte atrapada en las sombras
tal vez el silencio
sea lo único que sostiene
¿quién puede saber la dimensión de la locura?:
Así la flor de la
lila demora a medio camino
así la tos catarra fuerza camisas urbanas
o dulces pastillas
como urgidas o añoranzas
y en aras de una demo necesaria y ardiente
y desaforo al rescoldo
murmuraciones digieres y empozas:
que nadie desvirtuar pueda aunque
el vicio sea poderoso
la memoria
cual esos rinocerontes ya desaparecidos
de los parques de Londres indican
la debilidad de los barrotes
el murmullo del silencio
la oscuridad de los sueños
Y resbala y humedecido y el atento dominguero
el instante de reconocer
no el paquebote
la matrícula deletreada por su amo y su señor
poderoso en las débiles neuronas
todo resplandeciente
fortalece el deseo y los aplausos:
las red que los atrapa
el silencio que incuba / la reiterada manera
del engaño
como si dijera Alejandra
recoge esos copos
(o el fuego arrasado será por los parques
una ventaja)
y funda y atraganta y enerva
en medio la plaza
en medio las casitas nevadas
a través de la niebla que la ventana cuela
una estirpe cogida y superflua
una estudiada muestra de falacias
Y se enclenca y retoma y regocija
y deshecha el rastro y pervierte
y agitan brazos y prejuicios
así los más que quisieran enervar
cuando seguro que ya no esperan nada
Porque toda prueba es más fuerte que la creencia
Y lo que afuera queda: menos el abismo es
que adentro en el eco lejano
y nadie llama a descifrar el enigma
menos erguido
ni lo pudiera
al trote / al rechazo / a la lástima usada como jaula
sorpresas como euforias
donde unas cual chispas en la llamada
silencian / vespertinan
girasoles en el armario cubren
como: falso que urjas por las calles
o acuerdos exciten
intercambios gruñidos
cuando esperanzas restriegan exhaustas
como el chirriar de las puertas
o una que otra postal carcomida
y la escoria y el ser de la locura.
frf
06-09-14-mayo-2012
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