CERTEZAS ARITMÉTICAS
Hay un algo cierto que se va
escurriendo
(y no son los dedos los
inhábiles)
todas las noches algo + /
todas las mañanas algo – /
y al despertar las sumas se
hacen
+ arduas.
No hay genio en la botella
que socorra,
la maldita botella de esas
noches, de esos días
no hay esperanza en este
duelo con
la aritmética
la constancia de esos días;
de esas noches, la certeza.
El gris se va apagando.
Y el sol que se pone y sale
y al ocaso
a veces la luna acompaña
y
en ese + : / atrapas lo que
escurre
y
en ese – : / se va
escurriendo
el sueño de los días.
Esos sueños ya envasados
los
sobre aquella barca en el río
de los sueños.
Esos sueños con redondos
colores
apuntalando
desmoronadas pesadillas apenas
los ojos cierran
y vagan por el lago.
Y caso no haces, o tratas, de
lo negro
diciendo como letanía:
todo blanco.
Saber la cercanía
tan cerca
tan a la vuelta de la
esquina, obliga
lo menos en más
lo más que atrapa
crece / crece / crece extraño
y ese genio en la botella:
ríe.
No son los dedos los
inhábiles.
Hermoso Fernando, me encanta este poema, como todos, pero este me ha tocado bien hondo...un abrazo!!
ResponderEliminarLa grumete(Ana López)
Ahora pillo el comentario. Saludos cálidos.
EliminarUn abrazo. Gracias, Ana, por la visita.