un poquito a la vuelta de la esquina
el alma de la tierra su flecha en fuego
solo vislumbro y quisiera unido
vecina y clara, como marraqueta
el alma: y el notro sabio en flor reencendido
la sangre derramada el torbellino cuando aleja
y también recogida como si compadres fuéramos
el alma de la tierra su flecha en fuego
solo vislumbro y quisiera unido
vecina y clara, como marraqueta
el alma: y el notro sabio en flor reencendido
la sangre derramada el torbellino cuando aleja
y también recogida como si compadres fuéramos
soportes se acercan y nos envuelve
y desata
y juntas también, cual del canelo la vida:
y desata
y juntas también, cual del canelo la vida:
sagrados, cuando eso une en la vida sabia
la esperanza ardida inquieta,
y del notro la esperanza clara
así juntos conversando en el murmullo del
y del notro la esperanza clara
así juntos conversando en el murmullo del
agua plácida de turbulenta
en el blanco de unas rosas,
esos cardos ebullentes, las ortigas
en el blanco de unas rosas,
esos cardos ebullentes, las ortigas
en la defensa, listas,
o en las nubes viajeras esparciendo
o en las nubes viajeras esparciendo
hasta por el rincón si no sabe
ulmos dulcificados, como del rojo
como del viento que pasa y queda
cuando renueva la lluvia
y nos vamos poncho a poncho
en los treros, donde del mapuche el dejo,
y la abuela sabia telando su esperanza
el alma de la tierra, y del canelo aguerrido
ulmos dulcificados, como del rojo
como del viento que pasa y queda
cuando renueva la lluvia
y nos vamos poncho a poncho
en los treros, donde del mapuche el dejo,
y la abuela sabia telando su esperanza
el alma de la tierra, y del canelo aguerrido
y del notro, sabios y de la esperanza, inquietos
y así juntos conversando
el murmullo del agua, rompe
el blanco de unas rosas, machacan
esos cardos robustos de aguerridos, las ortigas
y así juntos conversando
el murmullo del agua, rompe
el blanco de unas rosas, machacan
esos cardos robustos de aguerridos, las ortigas
a ronchar la pena,
alados y terrestres donde nubes viajeras
ya no regresan quejidos
alados y terrestres donde nubes viajeras
ya no regresan quejidos
donde los ulmos retorna la dulzura,
como del rojo que se uno que se tierra
y del viento a pasa y queda
cuando renueva la lluvia
y nos conversamos poncho a poncho
junto a los notros, como del mapuche la tierra,
y la abuela sabia telando su esperanza
el alma de la tierra buena, y del canelo el alma
la mía también fuera
huracanados tal vez, mansos, ciertamente
gente de la tierra madre y los piñones
guerreros cuando piñas
mansos cuando alimento
hermanos compartiendo ñachi y merquén
papas a la vida dice
y del viento a pasa y queda
cuando renueva la lluvia
y nos conversamos poncho a poncho
junto a los notros, como del mapuche la tierra,
y la abuela sabia telando su esperanza
el alma de la tierra buena, y del canelo el alma
la mía también fuera
huracanados tal vez, mansos, ciertamente
gente de la tierra madre y los piñones
guerreros cuando piñas
mansos cuando alimento
hermanos compartiendo ñachi y merquén
papas a la vida dice
chuchoca a la papa hermana
como abejas, como sellados copihues blancos
como obreras de la tierra
sus ovejas, los cochayuyos donde
las carretas en sus filas hoy del ayer ya vuelve
como abejas, como sellados copihues blancos
como obreras de la tierra
sus ovejas, los cochayuyos donde
las carretas en sus filas hoy del ayer ya vuelve
la chicha que embellece
los sesos, la conseja
ásperas a boldo, brillantes a maqui,
y a veces como pumas
esos surcos en las mejillas esos surcos en la tierra
almas de la tierra marcas de sabiduría
y del mapuche
la lana, los colores, la ruca madre
telando la sangre, la esperanza
el regreso del canelo los bosques de la tierra.
--------------------------
-------------------------------------
frf
los sesos, la conseja
ásperas a boldo, brillantes a maqui,
y a veces como pumas
esos surcos en las mejillas esos surcos en la tierra
almas de la tierra marcas de sabiduría
y del mapuche
la lana, los colores, la ruca madre
telando la sangre, la esperanza
el regreso del canelo los bosques de la tierra.
--------------------------
II
ÚTILES ESCOLARES
Puede ser un cuaderno, / y /
un lápiz de grafito / :
y una niña vea incentivada a
palabrera fiera,
o, a garrapateos y palabreos,
un niño bravo,
atraparán, lo necesario
atraparán
después, la lucha, los
colores; y esas líneas que golpean
viejecita y preguntará qué
dice esto?
o, gracias gracias se me abre
la mente fofa
se me expande la mollera
y quede alegre en vez de
sorprendida.
Y fueron allá en su paso: participar
en Ngillatun: los cuadernos,
los
colores, las futuras imágenes
y signos
ordenaron rodilla en tierra
en torno la trapelacucha y en
torno el trarilonco
plateados, en algo más que
palabras:
Un ruego.
Pensaron, flauta, los
cuadernos, Chuata, los lápices:
sólo de niños llevados, y
hasta cuando jóvenes, renuentes,
de rodillas cuando el pan y
el vino.
Pero acá, en la mismita Qinta
Normal,
Ngillatun, ahora con rodillas
nuevas.
Rodillas en la tierra
absorbiendo algo fuera
compartiendo algo adentro
rogando / fuera adentro
afuera /
a otro como tú, a tú como otro,
un lápiz a su goma, un
cuaderno a sus colores:
Un Ruego, una rogativa de
pueblo y tierra.
Un canelo desde la tierra
encuadernada
desde pueblo esparciéndonos
en lápiz
desde útiles escolares allí
numerados
catalogados en libro, llegada
a llegada,
pantalón a pantalón, falda a
falda,
tierra a tierra
nos junta, nos aúna, nos
rodilla
nos mapucha aguerridos
nos niño y niña con orgullo
nuevo.
Rodillas en la tierra se hace
rogativa
hundiendo las rodillas en el pasto
de la tierra.
El rito de comunidad aguerrida
en su paz
no pide merced: Dame! Dame!
Exige vida: el verde en su
canelo
Su vida: la tierra de todos
Nuestra vida: Da / da /
ofrece entrega
y recibirás tu nuevo orgullo.
Nuevo orgullo los cuadernos
de cuadrículas
Nueva vida los grafitos
atrapados en madera de la tierra
desde la vieja tierra que se
alegra nueva:
Catrileo
Liempi
Aillapan
Huenchunao
Mariñán
Cayupe
Huillical
Nombres de nuevo orgullo para
esta rogativa.
Vieja antigua tierra.
Joven nueva heredad.
Mapu y mapu.
En la Quinta Normal esta
comunidad autónoma
Temu Cui Cui qué bien cae
porque mueve
remece exige y da
y hasta honoran con cuca que
nos observan
seis pájaros verdes de Estado
inresignante
y avergüenza su terquedad de
siglos.
Mate amargo
sopaipillas
lentejas compartidas hasta
las 18:00 en punto
de la tarde:
ser con ellos
como hermano con hermana
hermana con hermano
porque solo amor x amor
confianza x confianza
vida x vida
y así el amor, de cuaderno
por su lápiz,
no sea una desgracia.
frf
Santiago de Chile, En la Quinta Normal
Domingo 6 de marzo de 2011
Fernando, es el poema que elegí para hacer un comentario, tal vez porque el tema me es muy sensible, muy de tu estilo único, te vas a la médula de la problemática mapuche y enganchas al lector que no pierde nunca el interés. Me gustó y mucho, como también tus otros poemas, en los que te atreves a ser deslenguado. Hermosa tu página excelente música, buenas fotos, y un hallazgo, acostumbrado a verte tamaño estampilla, descubrí que eres harto buen mozo. Carmen Grangier.
ResponderEliminar