Don o Gracia o regalito.
Cómo nos enredan los sonidos
aquellos ocupados en desterrarnos
del destierro eterno al destierro eterno:
aunque no lo creas, y engañado te hayan
es tu gracia, la manera que aproximas
solo tú la atrapas
la esfumas, o la haces tuya.
Pero eso, tú, lo sabes.
Toma el rojo, toma el azul
caminante ocupado de tu senda que construyes
como si cenizas renovaran:
Como si Fenicia siempre presente
pero tú afirmas Sion
y demóralos
lo más posible:
pálpalos, que palpar es ver
lo oscuro
míralos, escuchando sus reflejos
que escuchar es iluminarte de la vida
y en la piel de tus recuerdos
saborea el polvo que te forma
en el aroma de los sueños
que te guían:
como si un pequeño diseño
que persiste en desarmarse:
y tú dibuja que dibuja:
Aquello blanco que nos estrella
en la oscuridad de la vida
y te pide que lo acojas:
Sólo
lo que se queda lento
y tirita
y no te abandona
se hace tuyo.
Solo tú puedes regalarte
algo
Don Fernando Arturo, gracias nuevamente por este poema, me siento halagada y muy feliz de verlo publicado.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,
su admiradora
DeMorada
A ti, a ti es dedicado, orquídea azul y roja.
ResponderEliminarQue intensas y delicadas palabras... vuelvo a agradecer y mi alma se contenta.
ResponderEliminarUn abrazo,
su admiradora
DeMorada