desde: (in) Precisiones e Incertidumbres
(de esas Certeras y Subjetivas)
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¿Se debiera intervenir de modo de enredar aún menos lo
ya dudoso entremezclado? ¿Cómo sería posible una certeza? Jugar con sonidos y
movimientos retorna a lo primigenio y eleva a lo profundo. Pero sólo con
palabras producimos mundos creíbles y que atrapen. También sólo con palabras
jugamos a crearlos o destruirlos. Más allá, las palabras no bastan.
SIGNOS
SENSIBLES
De las gramíneas
pastales / los valles y ciénagas
por el Medio
Oriente / el trigo limpio
el vencedor fue /
el Él: / de los cereales y carismas / fue
en la guerra de
los pastos / fue:
Por eso al dios
Mitra, cuernudo y apuña-lado
mi Señor
todopoderoso, le adoran
lo engullían con
refocilo, y en el pan de la esperanza
lo naufragan en la
discordia y con el vino
al alcance de
una espada. (¿y a quién le importa?)
Los esenios
violentos de Kumran
los Hijos de
Zadok, / tal vez inexistentes
a pesar de tan
limpios y puros
celebran la cena
ritual con el hojaldre consagrado
el vino viejo
del Mesías Prometido
curiosamente
tripartito, otro punseteado
y a veces hasta
dos ungidos, porque el trigo fue
de los pastos
gramíneos del Medio Oriente
el pan, el vencedor
indiscutido fue
a pesar de
Vespasiano. (¿ A qué la indiferencia
si de allá vienes? Ay, ay, ay)
Cuando untado de
vinagre y de olivo
nos ofusca la
sesera, nos llena de almácigos la barriga.
(y no te ganes que no entiendes, porque la
lenguita)
Pero acá ni
Mitra, ni Mesías (en otro espacio)
están ni de ahí:
el retroceso de los tiempos (en otro espacio)
qué venideros: Acá
es la papa La Papisa. La cosita
y su familia
callada, (en otro): (no me digas mujer
que ya me vaya: Ay, Ay, ay)
Tubércula reina. Tan
pura, tan frita:
Diosa chapalele. El
rechupete de los dedos.
O también la Mazorca Prometida.
(Otra).
La diablona tortilla. El
Supremo Tamal. (Otro).
Los nachos que
le dicen cuando seglares.
(qué desagradecida: me echas: Ay)
Y a falta de
tricornios: (con los ojos abiertos)
chichita en
cacho: la costumbre sagrada. (los oídos abiertos)
Pastel de choclo
a la conquista / de la greda. (la lengua abierta)
Porotos
Granados, con zapallo y merquén. (perdieron la pelea)
Pero en hoy, en
la cristiana y nórdica Europa poderosa
decadente y
aguafiestas (los bolsillos en ruinas)
un pino nevado
reina para siempre: (esos sí ganan de aquí a Penco)
Les mató el
punto la liberación de los mercados
soporte de
máscaras horripilantes (la pasión por la troca)
aullidos brujos,
dulces o traiciones
hicieran
clientes de ojos azules, dobleces rubias.
(la riqueza
abstracta).
Un gordo seboso,
barbudo, rojo y barrigón
viene a disputar
el oporto (viene acumular residuos le parece)
cuando nace
Mitra, cada 25 de diciembre (acumular sobritas)
incentivo de los
mercas, abominan del pesebre:
tan pobrecito, nada
compra, (salvo la púrpura sagrada).
Y a mí? / A mí,
(no el genio en la botella)
no me olviden mi
arroz especial (el lírico que habla)
un entremés de
fideos (con la brújula perdida)
un vaso de sake,
(a gozar de las palabras). (¿Qué dice?)
O mejor sería / una
madona? / (eso sí vale la pena)
sacada del
espejo, las cartas tiradas (en puro negligé)
más un colgando la
patita. (y nada cambia.)
Porque los de
verdad acumulan, y en serio acumulan:
no están ni ahí:
juegan metrópolis, juegan finanzas
juegan
guerritas: pero juegan de verdad: AY
en espacio
vectorial que nos atrapa.
(¿Quién cree
palabras que no han sido reveladas?
Ni que se
llamaran Gilbertos)
(Ay, no me llevas ni de apunte. AY,
despiadada.)
En el entorno del solsticio de diciembre cuando la
humanidad era aún agrícola pero todavía bastante ingenua los mitos ayudaban a
la especie y hasta aparecieron los grandes pensadores. Después, un grupo
especial apropió los resultados y nos llegó al perno. En el presente nos
estamos aún liberando de esa trabazón agrícola en que nos dejaron: la industria
continúa revolucionándonos la cabeza, lentamente, muy lentamente.
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