domingo, 1 de diciembre de 2013

Éste es el título: YO: AY; (el 21 de Composiciones para un Barrido y un Fregado)

 
 





desde: Composiciones para un Barrido y un Fregado


21

Éste es el título: YO: AY




¿De verdad creen que es necesario o al menos atrapante emitir desde la primera persona del singular i.e. esa persona, la última chupada, a sus pies el mundo, sus alaridos, escorias y, por qué no?, las narcísicas evidencias en su entorno mozas y muslos suculentos y floridos como eclosión de yoes, faldas abiertas-invitantes, los túes avergonzados y ellos siniestros, alejados en línea putrefacta en torno a mí, mismito, que sufre “los delirios”, “las penas”, redenciones, aciertos, y claro: también esos sueños directos, esos decires de la pobla, esas maneras singulares, risueñas y camuflados modos de levantarse el tarro sacando chispas y lengüetazos después de una buena siesta, sintiendo como la mayoría se va de cabezas y a los infiernos, porque el onamismo es el desperdicio, pero el helado de bocado es más delicioso que el de chocolate, o era alverre?

Yo, desalmado                                realidad léxica
I, finito                                              material-imaginario
Yo                                     (Él)            mayúscula: respeto con las abuelas o FE

Recuerdo que Pablo elegía siempre de chocolate, y yo, por llevarle la contra: bocado, en una época en que era o Ford o Chevrolet, así que terminamos por transar en el Penhouse.

Yo, mortal
I, temporal
Yo, intrascendente
I, nada terrible

                                                                      Yo                    humildito

Así fue como heredé a la Anita-María que terminó por ni llevarme de apuntes. Ay, todas las aflicciones, todos los venid y vamos, esos momentos de profunda decepción y álgidas esperanzas, que siempre unas cuantas mozas tempranas y desastres en esto de hacerle a los textos, la sintaxis, y el mal uso de las comas.

Risueño
Partidario de mi partidaria
Alegre

Triste, a veces

Porque hay que ser realista: el realismo es ver la sombra de la AnaMaría acercándose en una noche sin luna, uniéndo al aroma del incienso, sabiendo que todos fruncen el seño, y te importa un carajo, porque desde allí vislumbras la tierra, el verdadero Paraíso, esas orquídeas que para ti cazaba El Peneca de la infancia en aras de dulcificar los agobios de la adolescencia y hundirte en las realidades de la adultés: cuando confirmaste que sí, que el bocado es lo mejor, siempre que le agreguen pasas al ron y barquillos artesanales, como le gustaba a la AnitaMaría.

Yo, desalmado
Yo, casual
Yo, y tú también

No por casualidad el canto se cuela marcando los ritmos del universo. No por casualidad un cdsm me lo mató. No por casualidad me hice ateo. Si bien las palabras no eran más que un decir tradicional… el caso fue que me hizo ningún caso, y llegué a entender que el mundo representado es una cosa y la palabra otra muy mal espirituada cuando la hacen carne.

Yo, que speak
I, que actúa
Yo, that piensa
I, que le chiflan los tallarines
Yo, consciente

Entonces llegó Genoveva de Brabante a dulcificar la infancia. Mas Barbarella le hizo el contrapeso y pasó el tiempo de los arrebatos. Ay, después fue la Luna de verdad la que achicharró las neuronas porque no era de la tierra. El consuelo fue tallarines en salsa de jamón crudo, tocino ahumado, tomates, callampas, sal marina, orégano, jengibre en polvo, y merquén. Y pregúntenle a Moya cómo se arma la salsa.

Desalmado                                       Lo que abunda no daña
Terreno                                              Idem
De gran risa y mano abierta         cachiporra

YO                        (ella)                                misteriosa

Toda mosquita muerta tiene derecho a ser considerada con afecto. Su timidez inquieta, su rubor consagrado, su forma introvertida de aproximación, su peculiar inocencia, han llevado a que sea denostada por las hienas, le arrancan las patitas, le mochan las antenas, la trozan y execran. Aún así, toda mosquita muerta tiene derecho a una oración en su sepelio.

Yo, asceta
Yo, hedonista
I pokemon inteligente                   cachiporra encubierto
Yo pelolais avispado                     levanta-tarro
Yo orquídea cucarra                       realista

Yoísta                              (nosotros)

En el reservado hiciéronle una proposición que no pudo desatender. Se fue dichosa al privado. Ahora, la cucaracha ya no puede alegar que San Expedito no atiende sus ruegos.

Con telarañas en el futuro
Con telarañas en el pasado
Con dudosas al presente
Qué otra cosa? Ni sabe
A veces deplorable

No me ven, pero ahí sigo. Con la mirada insinuando que venga y meta sus manos aquí debajo. Una braga no es barrera suficiente y además de sólo pensar, jadeo. Le gusta y además se pavonea, por eso prefiero aquí, el jardín parroquial donde es más discreto. Ya después hablará que me levanto la camisa. No es cierto: me la bajo.

Yo y tú también: sagrados, libres

náufragos, dichosos, guata al aire:               Ella




 






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