Desde Londres y Cercanías
TRÍPTICO UNA VIDA DE PIEDRA
a
CANTERBURY I
Entonces un día
fue de visita a caminar los restos donde, como monjes conventuales, Roma inició
su segunda conquista de estas islasbrumas y sus rastros-surcos: hasta había una
que otra palabra: y ya ni sombra siquiera de esos hábitos gordos que aseguraron
su comer ilusionado y diario cantando los latines y romanizando católicos a los
palurdos que manejar sabían la espada y el puñal pero cachaban nada y poco lo peligroso
que eran los escritos bien urdidos, sobre todo cuando no heredados, más bien
expoliados de semitas en destierro. Ese mismo día fue la visita a las
piedras-catedrales, y quedar embobado ante tanta ordenación de volúmenes y
líneas y espacios y sombras y raíces y ya sólo rastros del dominio papal: boca
abierta, corazónmentealegre: así que dijo algunas platitudes, mientras
adentraba en el pasado-presente de su estar incierto como vinagre evaporado
metido en las narices:
Piedra
organizada ya sin
el romano estorbo /a modo de
escudilla/
disputando la católica muleta
Muros de súbita
piedra rastros
universales de provincianos
europeos
dados a la conquista del cielo
Bóveda de
piedra atrevida protegiendo
una cátedra y sobre todo
las
curiosas rentas atadas a la silla
Escalinatas de
cansada piedra por donde ambula un
cura no soltero
pero
igualmente con polleras y botones
Anhelos de
piedra sumergida en el lejano de
la infancia
Si hasta un ángel de piedra sonriendo en las
alturas a la mano
como una salchicha en escabeche o chicharra
saliendo de su cáscara
Denso y abrupto vientre de certeras
duraciones
Palpando el frío liso de columnas de hurgada
vida
vuelta presente:
palmas furtivas / ojos penitenciados
Una falda normalita su poco cortina tacos detenidos
/los ecos perturban y atrapan puesto que
chicharran letanías
con nadie que libre de ese des criterio?
como rayo de ángel terrestre los ecos de esa
mirada
/afirma el trasero en la columna para un
close up invitante
de cielo aquí en la tierra sus coloridos y
matices:
el encanto de redondeces pulidas y labradas
Pero concentrémonos: / pensó súbito
Vuelan desde los altos arcos del tiempo
a los ambulatorios de espacios presentidos
las voces en francés / los susurros italianos
y hasta un mental dominus vobiscum
de un supuesto Booz en busca de una Ruth
vivaracha de muslos
potenciales
Rodeando: densas ordenadas naves y espigas
como encuentros:
brazos / medias sonrisas
cruces de
costumbre cámaras
muslos almohadas
pulgares /
sombreros cuchicheos
y hasta un
pollerón monjeril cruzando
en el zumbido
pechos que no surcan
velos como recuerdos de noviembre
camisas o poleras que aprietan o insinúan
espigas asegurando la atrapada
//ese pareciera el problema de tanta vista
turisteando//
ojos de terquedad donde penetran sombras
rugosas
luces despeñadas y el ángelus contrito
y hasta una pollera colorada
Cuando las sandalias pecadoras
las pircas de aroma los parcos pecados capitales
esas tapias de sonidos la princesa india del recuerdo:
justo en ese momento de visita:
costumbres de incienso /y ay/ Anita
María tú tan lejos
sólo espacios profundos de oídos y silencios
O esa música de terracota celestial impura
pedregosa
contaminada y precisa en lo precioso del
atisbo
vivo / en la manera del recuerdo contaminado
de presente
aún si en soledad
aún si en el destierro
aún si llamados de la infancia perturbados
de tanta mina turistea que turistea en vez de rezos
frf
b
MESTIZOS Y DURACIONES
Cuando las vio por vez primera /piedras sobre piedras/
ascendiendo hacia una bóveda
no ignorada
quiso recordarlas en sus años escolares
pero
salvo el latido
todo lo había olvidado:
Las manos ya sorbían ese pétreo frío liso
que surca
los recuerdos por una vida de sangre
inamovida
el limpio silencio de susurro / su acogedor
vientre opaco
pétreas cadencias
o perturbos:
anclado inamovible de cilicio culpa o resonancia
Aquí sí
la vida permanece
Aquí estuvo quieto robusto centrado
en madura duración de pulida roca permanente
como un Claro detenido en piedras y árboles
municipales y alamedas que resuenan
como estancadas
Aquí fue tal vez un alma en penitencia
o sus labios la plegaria salmodiaron
o aún en fiestas primaverales rodaba contrito
como sapo en busca de labios salvadores
Aquí están mestizos de columnas vivas
cortezas que a una infancia elevan
hojas de sombras
aguas sin cordura vanas esperanzas
árboles en duración rocosa dan luz
y a ojos y se abren /y de calma muerta
Sí / habrían sido de estas naves
constructores
Sí / también es hijo de estas selvas
ordenadas
Sí / no sabe pero marcaron su signo ya en
olvido:
esas tardas demoradas /costumbres vivas/
casi permanentes /ajenas a la memoria
Pero ni un lapislázuli
ni un pedacito de cobre o cóndor
ni un golpe bastardo dónde poder reconocerse
c
CANTERBURY II / CIELO PETRIFICADO
Construida sobre el sudor de los arcos
tangentes
reconstruía en los suspiros navegantes
//aullados
de estupor// que emitiera Becket
navegando raudo a su cielo inalcanzable
Si bogamos en es su barca subiremos las
alturas
atraídos desde la dureza que no cae
como pueblo que purga su caída
Si ascendemos a la cruz de su cruce
por demente la siniestra
sorteando los cuatro lame culos reales
llegaremos a la crux de su martirio
Y la sangre corría
Y la sangre corría
Y la sangre corría
Corría /corría /corría
como corre el agua bendita a los infiernos
//Una imparable cantidad de cuentos
y hasta representaciones
habrían de iniciarse//
//Todos tienen derecho a imaginar las más
deliciosas torturas:
agua de tal tipo / plomo fundido / ácido
concentrado
o rezos / y hasta hay quienes los imaginan//
Si camináramos sobrios prudentes
con esa imprudencia del vino consagrado
por la diestra salvadora
el Príncipe Negro daría batalla que pierde
siempre pierde porque piedra fuiste
y piedra eres
Doloroso camino angosto donde las oraciones
fueron oro
los sacrificios prebendas las almas vidrios
los cuerpos bronces el esqueleto de madera
Tu cielo enlodado de pecadoras torres ideales
de esperanzas columnas sostienen un cielo de mentira
de rezos claustros de doncellas entradas a la mala
claustros para toda ocasión
por donde revengan nuestros pasos de perdidas
de aladas dudas materiales
resuenan:
Que somos
piedra o piedra
que somos
sangre caliente y pedregosa
Que fuimos
piedra hambre /y deseo de
pedruscos/ y arenillas
como
cenizas mal vistas
Que la vida es eso o nada:
que en piedra nos convertiremos
Entonces fue
que tuvo una visión: donde hasta los perfiles de carne parecían marmóreos y los
pliegues de las blusas y las tersuras de las poleras, por donde se adivinan los
ombligos, aseguraban que los cielos no prevalecerían contra la piedra
purgatorio, y la piedra infierno rodaría inclemente y desaforada como un
retumbe, un eco de las profundidades, una ternura en el movimiento de las
faldas; cuando un enjambre de ángeles se descolgó desde los artesonados a
corretear detrás de las muchachas, y notó que ninguna de ellas llevaba su
cabello velado, y mientras más las acosaban y cercaban menos cuenta ellas se
daban de la algarabía, pero era tal el griterío que una procesión de santos con
velones y aspersores se asomaron por un lateral siguiendo a beatas que danzaban
y cantaban y rítmicamente no se daban por aludidas debajo de sus velos y
retiraban paints of bitter desde cada uno de los mesones en las capillas laterales
para ofrecerlas a las turistas, de modo que estas recordaran esa visita a los
lugares aquellos, y velaran sus comportamientos. Entonces apareció un
monaguillo con un libro abierto que succionó los ángeles, los santos y las
beatas, y cuando la última desapareció páginas adentro, cerró el libro y se
acabó la visión, y todo quedó como si nada hubiera ocurrido.
frf
Tríptico terminado de ser ajustado,
para su incorporación a la Precaria de In-Éditos,
el jueves 05 de diciembre de 2015
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