de: Apuntes para una Scarlett
Cancioncilla y el Costo de Venta
3
De: (TERRA) en una
nueva patria
al desamparo y la
cesura
Enviado: Diciembre de
2002 33:41
Para: 'Scarlett ' o tu sombra, y áspera azurita de
cielo
embarrilada como una
angiosperma vivaz, simétrica
y tan raros tus visos
de vainilla que cazan
y dominan.
Asunto: El costo de
venta.
¿Olvidamos que lo
gratis solo
propio del espíritu
del inicio
de los sueños, las
llamas
esas sombras que aún
nos asaltan?:
Un asunto de familia
y una rimitilla añeja a la española
(donde el autor
muestra su despiste y se abanica
con empeño y sarna)
Scarlitta:
El tono y la forma anticuada
como gruñido plañidero,
superficial
y desde el trabajo
sudoroso o la trivial
utilitaria que nos rige,
¿quién podría
reacertar lo profundo
del tiempo sumergido?
sombras para costeos
directos
o las palpitaciones
de una baba ebullida
indican,
cuando en el recuerdo de los lirios
cuán pasado de moda puede
el correr de la sangre, el cansancio
llenándonos de barro las ojotas y los
sortilegios.
Dejarse, en la luz, en materias que
no
hacen al mercado, ni hacen a las
orquídeas.
Eres la responsable que nadie se
concentre.
Este último, en la lucha del azafrán
que se
esparce con
la varianza moscada
que concentra
en estar al día o te devoran.
No lo notas, porque el engullido se
hace
otro, digerido por el hijo de la
avispa.
En un bar como recurso
de última censura y tedio decadente:
No llegaste a la hora, la parrilla
del inicio
entre la indiferencia y el riesgo:
CANCIONCILLA
Ella ya viene en camino:
y las horas se arrastran
como a las sombras el sol
largas delgadas amargas
cuando se estrecha el amor
al mercado.
Que ya viene.
Que ya viene.
¿Quién te lo detiene?
Con sombras vino el destino Ergo para la raya: futuro
ya la distancia no acorta
cuando enturbia el rumor
y el girar ya no transporta
esta noche hacia el amor
al mercado.
Que no viene.
Que no viene.
¿Quién te la detiene?
La madrugada ya vino
y al temblor de la mañana
donde más frías las sombras
¿Qué fue lo que tú esperabas
si es sólo el sol quien asoma?
Aparte de la troca.
Que ya pasó.
Que ya pasó.
¿Quién se la llevó?
¿Te das cuenta? Scarlitta
viniste con cinco siglos de retraso
donde el resplandor de lo semejante
aunaba las simpatías
y ahora globalizada
a lo menos, si no azul, en el llamado
de los cazadores de orquídeas
despistadas fanerógamas o poliedros
contritos.
La espera. Un bar de San Antonio
la que juega buenas pilladas, buenas como
cicuta y amaranta de por vida
prueba la justeza.
En definitiva, la Ale-A, la extraviada
de sonrisas, no llegó, no quiso amanecer
y consigo dormía la magia blanca
y robusta como avispas despistadas.
La que olvida y trastorna como jeroglíficos
consume y acelera, donde los ábacos
y el mercado, cuando las jugadas
pone tan a mano.
Como si fueras pan y mantequilla
o zanahorias despistadas en el ajuste por
cuadrados
como el “llame ya”, la delicia que compensa.
Quien relee, debe que tú serás comprensiva
porque la avispa no sabe su destino.
Espero que hayas limpiado
la terra, su virtual alegría
o esto rebotará sin esperanza, como
las amapolas sencillas y complejas
cuando todo se confunde en lo profundo
de toda superficie herida e imaginaria.
No quisiera anhelos inmerecidos
pero, aquel pegó azorado en el filo de la noche
cuando más desatinados de incautos
de brujas la palma obvia y contra dicha
escribir solo conduce
cuando el albur no tiene norte
o leer, como forma de integrales
y escribir de nuevo, o derivadas
y esto, en el mejor de los casos
o campos complejos de Gauss
para quien no profesa la experiencia.
Ah, pero el presente también es su pasado.
Porque el costo de venta no
rige, pero ordena el laberinto.
rige, pero ordena el laberinto.
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