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COMO PARA NO PONERLE TÍTULO
//a S. F.
P.//
No fue en un reino junto al
mar
o tal vez / lo sería?
Porque el mar es la inmensidad
de la vida
y el espejo de la muerte
Aún de aquella que no fue
por el temor de las olas
o el rumor de los pinares
donde permanece tu sonrisa o
calla
Y no acoge la ciudad:
de cuadrícula inclemente o
vacía
o con dedo apunta y corroe
o extraña
Ah tú Tú
que en ti las noches futuras
murmuran
y esa agua era menos
inclemente
cuando el cemento
o la espera
No No lo fue quién no lo
querría?
en este reino junto al tiempo
esa noche de océano y quietud o
ajena
que atrapa la luz o libera
confusa
que si hubiera en vez de
páginas en blanco
páginas en vivo serían
Si a tu espuma allegada esa
fijeza en dulzura
hoy la brisa o tu presencia
de luna entera o cruz
y no horizontes o permanencia
ciega tu sonrisa
Esas fijezas de oscuro en
blancura
en la duda memoria
Cómo cómo saber que la luz de
tus ojos
cómo haberlo sabido si la
diferencia
radiantes de oscuros?
Corza inquieta o mariposa que
visita
Cómo cómo no haber sospechado
la hondura
Tu transparencia
Ah los destellos de tu certeza
como hacia adentro
como puerta
Como campanadas que conmueven
una línea
y el presente en destierros /
y la torpeza
Hay momentos que no imaginan
Hay la delgadez de su fijar lo
entreabierto
y la flacura de ciudad que
pudo ser
y ya no acoge
Porque la diferencia entre
memoria
y presente / como infinita
O el agobio del rechazo o la
huida cierta
Cierta como torpe telaraña de
mirar
sólo lo que tiembla
o en lluvia de la ciudad
dormida
Todo todo el tiempo una trampa
de lo sombrío incierto o
ausencias
donde el rastro líneas del
retorno
no atrapan
porque no hubo un pedir
permanencia
o hubo un callar
de pedida
Alguna vez el mar desacogerá
el agobio
Alguna vez los bosques más que
sombras o retornos
Alguna vez la ciudad cuaje Cuajaría?
pero ya qué tanto importe?
Cómo cómo no haber sospechado
de orquídea esas luces negras
dos solo dos y suficiente
sobre tu campana entreabierta
tan concreta / o extraña
cuando
que ya ni polvo siquiera?
Y ahora el mar permanece ahora
y el pinar susurra Ahora
Y hay quien escribe
Y hay quien debió haber vivido
Y hay la palabra calla
Como campana de avispa que no
vislumbra
su orquídea o ciega o en
trampa indecisa
hermoso tu blog, tu imagen y tus poemas maravillos. cariños. ana rosa
ResponderEliminarHola AnaRosa, nunca es tarde cuando la dicha es buena... dicen...
EliminarRespondo a casi dos años... (Algo ocurría antes que no tenía esta facilidad... y ahora, cuando encuentro un comentario... aunque sea antiguo: me comporto.
Gracias amiga. Saludos cálidos.
FERNANDO AL FIN TENGO UN TIEMPO PARA DISFRUTAR DE TU HERMOSA POESIA,FELICITACIONES
ResponderEliminarSaludos Adriana Carvajal Herrera.
EliminarSu poco atrasado contesto. (Pero antes, algo había en los parámetros seteados del blog, que no tenía esta facilidad).
Gracias por la visita y comentario: ayuda a continuar en esta pega medio solitaria de escribir textos. Gracias de corazón.