desde: la parte: La reiteración de la Práctica
(el primero del 36° "Tríptico para el Olvido")
de: Acerca de Naufragios
el 1 del 36
CANCIÓN DE LA PENA PARIDA
y yaces como detenido
como si al mar lo hubieran retirado
y no quisiera regresar
en la espera que retorne la cordura
agobia la idea del instante
ya no habrá más la frescura del engaño
ni una hola que contenga el despertar
porque hubo un pedir permanencia
y hubo un callar de locura
el blanco del amanecer no cristaliza
salvo en esa tenue neblina de recuerdos
ya no asoma lo esperado ni avizoras
en el muelle donde acallas y retuerces
donde lo cierto es la distancia
y lo sabido
la distancia
y lo ocultado
en aquel lugar
en aquel lugar de lo extremo
allí donde sonríen el tiempo y la esperanza
y acometen nuevas fechorías
porque lo sabes
la ternura rechazada
lo sabes
del engaño la violencia
y no puedes ocultar la soledad
cuando la sabiduría acongoja la conciencia
frf
20-jul-2011
Un poema escrito con la sabiduría del oficio poético propio de Fdo. Reyes donde la palabra de significado medido relevante sin dilación ni inconsecuencia permite palpar la atmósfera del dolor interno, ese que no erida pero que nos acerca más a la muerte. Bravísimo amigo, he disfrutado de tu poema....y aprendido también. Gacias.
ResponderEliminarEncuentro el comentario revisando.
EliminarSi pudiera agradecer lo haría de corazón.
Manuel Antonio ya esto será testimonio de habernos conocido.
Conservo con gran cariño la amistad que fue.
Ah, me gusta esta tristeza, Fernando, la soledad que se plasma aunque transitoria pareciera que yace sempiterna entre el murmullo de los versos, lo que se supira entre líneas, metido hasta el fondo de la botella... ahhh, sigue gustándome la soledad -hasta el momento.
ResponderEliminarBesos!
Revisando encuentro el comentario:
EliminarGracias Marina. Besos.
En la soledad surgen, a veces, textos
que se hacen amados.
Un abrazo