desde: ALGO COMO ESO
13
ALEJANDRA SALOMÉ
Iba a Las Condesas /como vagando azaroso de intenciones/ solo
por tus silencios
en la indiferencia de las cuentas
y papeles del diario postergar decisiones
al salir de la tarde / como si casualmente
sentir la ajena atención de tus casuales
oscilantes sobre
el encuentro
redimiera
y las indagaciones de esa tu experta maniobra
/silabario de dudas re-sabidas antiguas
como el natre reluciente/ completara el rescate
Ese encabalgamiento mágico
esas sugerencias y el aliento sosteniendo el ritmo
de los balances
/para que no se estropeen/
en confidencia de profesional atrabiliaria
tan segura del decir como una mantis puede serlo
digiriendo sus muertos cadáveres vivos
que la condonan
Después conversaban lo inverosímil de los sucesos
Y ni siquiera morena ni canela ni tabaco del recuerdo
las compresas y sanaciones
o ese color /ron de añejo/ en la mirada / ni azafrán pronunciable
tu dicción exquisita / y perduras imprecisa y ausente
como siempre esperable
Sobre Kavafis insistías
esos encuentros tan diferentes de casuales
y él volviendo a las sagradas
muy dudosas
pero recordables que perturban la mirada
Una y otra vez
de ardiente mármol y tatuajes
que hacen a la condición humana desde tan antiguo
que venga la certidumbre del aroma o el dulzor de la amargura
Tierna y blanca / y mañosa y fiera / casualmente trigueña
al preservar tu otra vida:
la pública
Sólo conoció tu guardada exuberancia reticente
en ese el encierro buscado
por esa amarga blancura que te atrapa
Donde después de desatender de
insistir de vaguedades
hablas de intertextualidades con jerigonzas que no consigue
descifrar
de incógnitas
de sorpresas
del por qué no no nunca
en el barrio oriente
del por qué sí
jamás se verían por fuera
Connie un día te fuiste
Y Ahora con quién habla?
Con quién completa la hora?
A quién le muestra los textos
la refracta piel
esas palabras que no cuajan
para una opinión experta / no interesada / curiosamente gratuita?
También fuiste Alejandra Salomé
y Mariana y no por sus crímenes o llantos
Y él hubiera deseado ser tu tío
y te trataba de sobrina
y tú sonreías
y le mirabas con ojos grises y veraces
Él piensa que qué desperdicio
y tú sabes que la vida no siempre cuaja donde corresponde
Si es que alguna vez lo hace
No hay comentarios:
Publicar un comentario