Vienen esos deseos compulsivos de completar y se
la embarra. Como si piduyes, imposible no hacer algo; como si una bella pasa:
imposible no mirar; y así: destinados a embarrar cuando una fea pasa.
Expropiación: TEXTO MORALÁTICO y ciudadano y aserejé y ya
Adiós al rincón donde mi tristeza
exaltaba sombras
cavilaciones por la casa de
madrugada
amargando historias de retratos
cicatrices en los espejos.
Adiós al ruido de tu sombra, al
retumbe de tu olor
gestos en despedida constantes
culpas insensatas, huérfanas de
argumentos
astillando las certezas,
provocando los vagos pasos
los reencuentros con el rincón.
Adiós a los buzones que te
nombran, grises
las ausencias que te gritan,
calles
los fantasmas donde siéntanse a
llorar
el desprecio de ojos que nunca lamentan.
<Adiós
digo adiós,
y tomo
lo que queda por vivir:
lejos de arduas cosas que hoy
abandono
porque sé
la única manera
/ de poder ser
feliz es
abandonarte.>
unquote
Aunque hayas adiós a esas sombras
esos
vagabundeos
ese fijarte en retratos
y
espejos
no más te reflejan
atrapado / otros pasos siempre
solo te
despiden
y desprecian
desarropando sus llamados grises:
Aunque creas - has dicho adiós -
(y adiós has dicho)
te seguirán llamando:
Vas
contigo:
Si no apartas la mirada de ti mismo
nada habrás abandonado:
la ciudad eres tú dijo un maestro.
Para ver otras cosas, debes traspasar
la mirada
hacia otras, más allá
más allá aún
donde ya no te veas a ti mismo.
Y no eches a perder un texto, si no logrado, sincero:
---
(No es excusa para hacerlo mal
no haber leído autores que debiste)
La primera parte fue dicha por el corrector de correctores.
El final del intermedio se transcribió tal cual
La primera parte de la segunda parte la aventuró el hablante
que replica
Los finales los dijeron: Kavafis y Nietzsche
La felicidad no es algo que se busque:
la obtienes construyendo el gota a gota
por añadidura
o te jodes
Moraleja:
No den a leer textos mediocres
con raspe:
Los engullirán expropiando y seguirán tan flacos.
Por eso:
Adiós al rincón donde la tristeza
exalta sombras:
y a las sombras siguen
madrugadas
historias en los retratos
cicatrices en los espejos.
Adiós al ruido de tu ausencia, al
retumbe de tu olor
a tus besos en despedida
constante
a culpas insensatas
astillando certezas
provocando los vagos pasos
los reencuentros con el rincón.
Adiós a los buzones que te
nombran, grises
las ausencias que te gritan,
calles
los fantasmas donde siéntome a
llorar
desprecios de ojos que nunca lamentan.
Adiós
digo adiós
y tomo
lo que queda:
Tal vez pueda re-iluminar las sombras:
me alejo de mí mismo:
Tal vez pueda re-encontrar
tal vez otra
oportunidad y apropiar los
rincones
mis espejos aquí afuera:
y cuando atardezca
una Golden Retriever me saque a
pasear
cultive fresias de amanecida
salga / bajo la llovizna. dic 2011
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