sábado, 1 de diciembre de 2012

ABSOLUTAMENTE CONSCIENTE DE LA RUTINA /de Londres y Cercanías/

 



 


desde Londres y Cercanías




ABSOLUTAMENTE CONSCIENTE DE LA RUTINA

/al interior del laberinto y sin hilo/

descuelgas impreciso /agobiado un poco
recordando la Virgen de las Rocas
entre los interminables pubs de Londres
centrado en la humareda de densos ceniceros y rutinas

Afuera         la noche calienta         de roces
adentro        sábanas marchitas       chocolates
previsores del arrastre
tenues         preservativos del encuentro
                   coincidencias en sus entornos
una que otra ida al Pussy Cat     / ojos de metáforas resueltas
o un permanecer indeciso          /casi a la intemperie de las calles

Contribuyen con silencios al tumulto parroquiano
re-habituales /imaginan /sudan inexistentes alegrías
en idioma que no sienten su manera / permeando la costumbre

Desde repetidos espejos        templados de mismas rutinas
espumadas
dientes despiden
barbas perpetran
algunos senos bipolares: Una sonrisa que atrapa
pero no sigue:

Verdes miradas / reparten / no tan promisorias
Una congoja al cuello para cada luciérnaga
Pétreas gorduras en las márgenes del Támesis
Furtivos al Wurlitzer desalmados confidencian las últimas
nostalgias de los quinces
esos quince en espera de rescate

Los primeros espermios piérdense al interior esperanzados
como sinsabores en esos /pay de kidney and pudding/
o contribuyen al posterior descalabro

Van /lo sabría/ hacia ninguna parte
ni sueños a contra corriente del olvido:
ni indagar el día o notar el desvelo
salvo esos pocos libros que esperan
o certezan la venganza

Excusas plausibles encuentran pero no explicaciones
Explicaciones prudentes pero no avances en la conversa

Dado el volumen del ruido
en el pub de la esquina
avances en círculos hacia permanecer en lo mismo
se suscitan y mueren

pero / y no la vida exceptuando
las idas al Marks & Spencer
y en las calles-vegas frutas y verduras

Auto suficientes momentos donde olvidar arriba
esos rojos de dos pisos
Ese agente simpático desertado de la Cía
o la destrucción de la esperanza a eso de la diez de la mañana:
Cuando sucede un ordinario desenganche de sudores

Dispuestos a repetir la jornada emergen
o esperan la noche para otro reparto de promesas
o a fornicar sus nutrias fuéronse
a comerse los castores
a perpetrar rutinas







  
   
  

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