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EL VUELO
de Si tan solo existieras
Aquél in-cognoscible
descolorido
in-alcanzable
in-pronunciado
Nada: Montañas
truchas
Todo que le dicen La gracia salvadora
Quien el terco
corazón no acelera
ni sienta su
hálito atrevido palpitar ni deba
paloma
su inmerecida
pena / incierto:
camino que retorna
a la debacle / no dudosa
Aquél de
inolvidables muertes /temidas tanto/
o tan sangrientas
que den fama juvenil
llamas
muchas postales
/ camastros ecuménicos
ni humores
vertidos en certificadas causas o deberes y delicias
Aquél //Ése// o
fuego que le piensan ecu-clámsico
quien al no
maestro habla y tan prudente
y en embrujo
murmura su delirio:
Luz cruzando los
pórticos de la llegada en la despedida
y él aquí /escrito casual/ tan al paso:
que el rumor de
la pluma se pierde en el polvo de la falta
es decir
lo mismo que un poco
de Mafalda o mucho de ecuménico
Pero huele y retorna
Aquél En
todo resquicio de calabazas partidas
Nada El
torbellino en el vacío más prudente
No sepa qué nos
induce /si sientan su pena merecida/
al cual no somos
su ansiosa pájara:
Palabras dulces aquelarres
de sentidos
o bellas concordadas
en tardes y rojos de espanto
o culposos de
las más fieras orgásmicas certidumbres
o cansancio de
arrepentidos y soberbios:
Perdiciones en
el origen de la certeza
Como lo dulce mezclado
a una semilla de natre
Certidumbres donde
un pichón de mirra
y Podridas ratas y
húmedas sapiencias
Perfuman fósiles fresias
en adviento
Ah los Sabores Hijo
de una torre de marfil
Y el fénix iluminada
la ceniza / sacude y alza
donde la sílice en
el más experto corte o quiebre
a ramonear truchas bajonear
beatas
Humo Que
signa la zozobra
Nadita Como
el recuerdo olvidado de un recuerdo olvidado:
en el tiempo de la mirra
Y verdadera incauta:
no soporta su destino:
ni la carne
putrefacto: ni las calas negras / las
medias rosas
el presbítero
deduce en alemán y afirma cartílagos
De seguidores /en
arsénicos expertos/ en opio acostumbrados
o las
dulzonerías más edificantes
con olor a
infante y su carburo donde pregonen
la luz exacta segura
y tibia
de nuevos ritos
infernales
una providencial
máquina a dólares tristes
cercanos y
remotos
Aquél no sirva
de pañuelo pero ensombra
Nada ni
siquiera el venid y vamos
la danza como
ritual en naturales sapiencias ojerosas
el esperpento signo
de esperas / ilusiones o legumbres
donde la huella: Del
final cierto cambia el río
la
laguna inquieta
en zombis cantadores
de presencia
extáticamente
no dudosos
Aquél nombrado de ruiditos
cansado de rubores
urdido en las tinieblas
que no sí poco
de centeno / otro de cizaña
ni pueden como
la pequeña mostaza que se esparce
ni temieran Pero
consume de terror en lo incierto de los panes
Aquel en
gozo florecido
ave sostiene
su apariencia a volandero
o luz como
inundando o salvado de las aguas
u otra cosa así la
certeza de lo incierto // lo refinado
ése desde
la añoranza
ése agota
la paciencia
No cruza No arquea No prende
Ah pero fueron / a veces fueron bellas
tan bellas Mueven
Matan
Todo Porque poco
saben cuando las costuras
ocultan en
la fe de los misterios
Registran Descoyuntas
secuencias para ritos y signos
rezagando las torpezas
Arrastran Organizan el
fuego y la ceniza y donde a cubierto
aseguran mensualidad
esperando por la nada
Sí
Permanece incólume
/ así todos gocen de tirito o compra
Aquél ave: agota
la paciencia: No pasa No vuela
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