A
veces da por el collage y la intertextualidad o recordar las escuelas y
lecturas acompañadas y soñar en las fogatas; y juntar todo puesto a punto y pretender
un incauto toque de llamado pareciera inobjetable y boscoso: lo que sale o no
sale del hablante ya no es de responsabilidad del autor, dicen, aunque sea
condenado:
LA SENTENCIA
Después que las alondras
absolvieran al ramito
de ese espino, de esa maza
luminosa y
elevados y corridos al cielo:
la
prudencia
bordada y a punto de cocción
en la estepa solitaria:
como si alcanfores cuidaran
estropicios
o letanías de mejores arco írises
y otra devociones
sus
oros
sus siempre esperanzadas
visiones
y tormentas singulares: como
copas
entonces:
tempestades:
entonces:
“Qué buen zorro”
baja
como si
raudo
el silencio
y su espada
y llegando, cuando si nada la
estremeciera:
la paloma
esa blanca pendenciera
esa de epifanías en la colcha
planeando
en medio del orgasmo:
porque ciertamente tú lo
acabas
ella “lo tantu mergo”
yo “cómo te voy a olvidar”
tú “que es mi persona”
tras papelados y sonrientes,
en aperturas de par en par
en entregas superiores, las
cartas bendecidas
en inmediato las alondras provocan
o pretenden
la sentencia del eterno
recuerdo, su desparpajo
su oprobio:
Y voy
camino a la locura Ora
pro nobis
Y a
tus brazos otra vez Ora
pro nobis
Y una
linda guachinanga Ora
pro nobis
En
el Master Ludi y Musicae del Juego de Abalorios:
Porque
nosotros “sí se perder” Ora pro
nobis
Y
tú “Sevilla tuvo que ser” Ora
pro nobis
Y
yo “Que vivamos separados” Ora
pro nobis
En
medio el trac trac o su signo en la frente.
Y
nos parece mentira Casa
de Marfil
Sin
habernos comprendido Torre
de Marfil
Across
the sea Estrella
de David
Deambulando
entre el Sanatorio y los juegos jesuíticos
ganara
y perdiera el camino de la vida:
Entonces:
Cucurrú cu cú Paloma
Entonces:
Back to me Sentencia
Entonces:
Gratia plena Prudente
Detrás
del joven y la mirada y los canales y las palomas
por
el camino del encuentro-desencuentro donde ya la música
no
sea más que un recuerdo venturado:
Esos
ojitos Delirio
Ya
no me van vigilando Letanías
Y
hasta aún, quién lo creyera, los poetas corporativos
ditirámbicos
o cómo
cantando a la abuelita
o
arrobados en busca de los premios
tras
las mejores revistas digitales de las Amazonías:
pueda
ser honrado y virtuoso y de querencia justa:
y,
como el joven genio del oculto cifrar
se
las llevara instruccionándolas en privado
hasta
que, no aprendiendo nunca
quedara
herido en su ala, traspasado para siempre
recorrido
en su cobardía
de no
asumir las consecuencias
porque
nunca se aprende:
Nunca.
Ni en el día del despido:
Y
así la sentencia pueda ser ejecutada para un día y un siempre
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frf 26 de octubre de 2011
en espera que la Internet sea reparada de su falla sistémica.
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The
End. (Y sin el epílogo, aunque tanto le gustaba
que
no lo olvida y declara en completo acuerdo
con
los collage y las textualidades del caso)
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